Jocelyn, hija de Ana María Pizarro, alzó la voz ante los nuevos antecedentes del brutal asesinato de su madre, cuyo cuerpo fue hallado descuartizado tras permanecer 17 días desaparecida.
Ana María, de 56 años, fue vista por última vez el pasado 3 de abril. Su desaparición movilizó a familiares, voluntarios y comunidades locales, quienes participaron activamente en su búsqueda. El caso dio un giro estremecedor cuando, tras semanas de incertidumbre, se confirmó que había sido víctima de un homicidio de extrema violencia.
En conversación con Mucho Gusto, Jocelyn expresó su frustración por la forma en que la familia ha sido tratada durante la investigación y denunció falta de apoyo e información. “Me interesa que se haga justicia, que entreguen a mi mamá porque a mi mamá me la mataron”, declaró visiblemente afectada, en medio de una manifestación realizada en la ciudad para exigir justicia por el crimen de su madre.
“Me la mataron de la peor manera, hay unos cobardes libres en la calle (…) me la mataron, la destrozaron como un animal, mi mamá no se lo merecía”, declaró.
El prefecto inspector Ernesto León Borquez, de la PDI, informó que ya fue identificado un sospechoso, perteneciente al círculo cercano de la víctima. “Antiguamente habría habido un vínculo amoroso”, detalló la institución. No se descarta, además, la participación de otras personas.
Sin embargo, esta información llegó a oídos de la familia a través de los medios, lo que provocó la molestia de Jocelyn. “La verdad es que desconocíamos eso porque tampoco nos habían dado esa información (…) Igual que ustedes, nos enteramos por las noticias. Esto no se lo doy a nadie”, afirmó con impotencia.
La joven también criticó la falta de acompañamiento institucional: “El fiscal no está acá, pero tampoco me han llamado para decirme nada, no me han dado un informe, nada (…) la mayor parte del tiempo hemos estado solos”.
Finalmente, reiteró el llamado que ha hecho insistentemente para poder darle sepultura a su madre: “No me la quieren entregar porque falta no sé qué cosa (…) Hemos pedido a gritos que la entreguen, necesitamos a mi mamá”.