En Gales, Reino Unido, un niño de tres años murió luego que su padre lo atropellara de manera accidental cuando manejaba su camioneta y un remolque.
Según recoge BBC, el hecho ocurrió en una granja de Efailwen, Carmarthenshire, cuando Ianto Jenkins, de tres años, había dicho que quería acompañar a su padre a entregar “tierra vegetal” que vendía en la granja, sin embargo, posteriormente cambió de opinión.
Fue ahí que el menor se subió a su bicicleta y se puso a jugar con su hermana mayor y el primo, momento en que, repentinamente, el remolque que estaba enganchado a la camioneta, lo golpea y hiere fatalmente al niño.
El padre del menor, Guto Jenkins, manifestó en la corte que “no tenía idea” de como golpeó a su hijo, ya que él había estado jugando lejos del remolque y porque al momento de retroceder, hizo la revisión visual respectiva y no “vio, escuchó ni sintió nada inusual”.
“Lo único en lo que puedo pensar ahora es que Ianto debe haber estado en un punto ciego, o se había acercado al remolque mientras yo miraba en mi otro espejo o adelante para asegurarse de que esta área estuviera despejada”, manifestó.
El hombre no se había percatado del hecho, por lo que salió con su camioneta y abandonó el sector, sin embargo, los niños que acompañaban a Ianto corrieron hacia los adultos que estaban cerca para dar cuenta de lo ocurrido.
Ahí, la abuela del niño lo encontró en el suelo, con graves heridas en la cabeza, las cuales posteriormente le quitaron la vida.
El tribunal determinó que el niño murió producto de una “lesión catastrófica en la cabeza”, la que habría sido “instantáneamente fatal”.
La abuela llamó al padre del menor, contándole lo que había sucedido, dejándolo completamente atónito. “Conduje de regreso. No entendía lo que había pasado. No tenía idea de cómo fue golpeado (...) Como su padre, las circunstancias de su muerte son una pesadilla despierta con la que viviré por el resto de mi vida. Todavía tengo flashbacks, el dolor estará conmigo por el resto de mi vida. Estoy roto”, manifestó.