Los dichos de Johannes Kaiser referentes a relativizar el derecho a voto de la mujer, reflotaron dudas que existen en torno a si en un eventual gobierno del Partido Republicano, de la mano de José Antonio Kast, se dejaría en segundo plano o se tendería a precarizar el rol de la mujer.
Esto, porque son varias analistas que, al notar el programa de gobierno del candidato, advierten que vendrían retrocesos en materia de igualdad de derechos.
Entre ellas, Silvia Lamadrid, coordinadora del Núcleo de Investigación Género y Sociedad Julieta Kirkwood, U. de Chile, tiene una visión más que crítica. A su juicio, Kast no ve a las mujeres como iguales.
¿Cómo analiza las declaraciones de Kaiser?
Lo que dice es muy expresivo de la mirada que tiene todo ese sector desde el privilegio de ser hombres. Creen ser los dueños del poder y quienes deciden si dan o no ciertos derechos. Es un discurso sorprendente que excluye a las mujeres, que no son vistas como iguales.
¿A Kast lo ve igual?
Sí, pero él lo hace con más elegancia. Es un patriarca muy caballeroso, pero no nos ve como iguales. Para él la mujer es para ser protegida, atendida, pero nunca una igual; no tiene los mismos derechos y espera darlos de acuerdo a lo que él decida. El patriarca puede ser un bruto, como Kaiser, o un caballero de buenos modales como Kast.
¿Qué le queda a las mujeres ante su eventual gobierno?
La ingobernabilidad. Es una amenaza para todas las personas, porque medidas en las que creen son inaceptables. Las mujeres y las disidencias no vamos a soportar todas las medidas antiigualdad que vendrían.
¿Cómo analiza que el apoyo de mujeres a estas candidaturas?
Es normal, pues hay una estructura de relaciones que define lo que hacemos y cómo pensamos. Hay mujeres que creen que así son las cosas y que no se pueden cambiar, pero no son la mayoría. La mayoría creo que no quiere protecciones, queremos autonomía, ser capaces de decidir nosotras mismas como ciudadanas que somos.
¿Lo fundamental para hacer frente a esto sería la ciudadanía movilizada? ¿El Congreso? ¿La Convención?
La Convención está en otra marca, porque fue paritaria, elegida en otro momento y tiene un sentido común bastante más progresista. El Congreso quedó compuesto aparentemente mitad y mitad, y veremos que pasa. Hay muchos independientes que se mueven mucho desde el sentido común y, sobre todo, desde el sentirse excluidos por los actuales partidos. Creo que esas personas pueden tener un sentido bastante crítico. Ve difícil que las mujeres, porque hay una gran cantidad de mujeres elegidas, van a estar de acuerdo con políticas de género.
¿Y se requiere a la sociedad activada?
Hay dos etapas. Una es de aquí al 19 de diciembre, donde hay que ver qué podemos hacer las mujeres y las diversidades para defendernos. Y en ese sentido creo que lo que hay que hacer es hacer notar lo que piensan. Agradezco al diputado Kaiser que sea tan explícito, porque muestra cuán excluyentes son. Creo que basta con demostrar lo que están proponiendo.
Si llegara a ganar sería muy complicado.
¿A cree que hay que atenerse?
Creo que se van a restringir mucho las leyes o programas que favorecen a las mujeres, que van a intentar hacer leyes que favorezcan alas mujeres, en lugar de ir por los sectores que se saben que son más vulnerables, como las que son madres solteras. Esto, sin desmerecer que las mujeres casadas merecen apoyo también. Y bueno, por supuesto seguir penalizando el aborto.