El Bullying que sufrió por parte de sus compañeros de clases hizo que Adhara Pérez Sánchez no quisiera estar en el colegio, ser una niña con autismo le costó muchas burlas y hasta rechazo por parte de sus maestros.
Adhara, nacida en Tláhuac en Ciudad de México, fue diagnosticada con autismo a los 3 años luego de que experimentara un retraso en el habla, gateara con rapidez y se meciera en su silla alta.
Sus padres, pese al diagnostico, no se rindieron y le brindaron el apoyo necesario para que continuara con su educación, pero ni los niños fueron amables ni los maestros empáticos.
“Los profesores no fueron muy empáticos, me dijeron que ojalá ella terminara un oficio. [Adhara] empezó a autoexcluirse, no quería jugar con sus compañeros, se sentía extraña, diferente”, dijo su madre Nayeli Sánchez.
Aun así, la niña logró terminar la escuela primaria a la edad de 5 años, y también se graduó de la escuela secundaria y preparatoria a los 6 y 7 años, respectivamente.
Una depresión la colocó en el camino de las oportunidades
Adhara no podía soportar el trato que recibía en la escuela. “Podía estar en la escuela por un tiempo, pero luego no pudo, se quedaba dormida, ya no quería hacer cosas. Estaba muy deprimida, la gente no tenía empatía, se burlaban de ella”, dijo su madre al medio”, precisó su madre.
Según el diario El Imparcial, un psicólogo que la trató por los problemas de depresión y acoso escolar, fue quien descubrió que la niña era superdotada, sabía la tabla periódica de memoria y tenía conocimientos de álgebra.
El terapeuta consideró que estos logros académicos eran una señal importante y recomendó que fuera matriculada en el Centro de Atención al Talento (CEDAT), una escuela para niños superdotados.
Al realizar un examen inicial, se descubrió que el coeficiente intelectual de Adhara era de 160, lo que la convierte en una verdadera genio. Este resultado fue aún más impresionante al saber que su coeficiente intelectual supera el de Albert Einstein y Stephen Hawking.
Aspira llegar a la NASA
Con 11 años, Adhara está estudiando un programa de maestría en matemáticas en la Universidad Tecnológica de México, mientras que también tiene el sueño de trabajar para la NASA y convertirse en astronauta en el futuro.
“Quiero ir al espacio y colonizar Marte (…) Si no te gusta dónde estás, imagina dónde quieres estar. Me veo en la NASA, así que vale la pena intentarlo”, aseguró.
La niña ya decidió que quiere ser astrofísica y para ello debe irse a la Universidad de Arizona, donde le ofrecieron una beca, pero por problemas en la visa no pudo viajar.
Adhara no se rinde y tiene planes de terminar sus pruebas G a los 17 años, lo que le permitiría pilotear vuelos con el apoyo de una agencia que apoya a jóvenes científicos. Si lo logra, se convertiría en la primera persona con autismo en hacerlo, según LADbible.
