La última eliminación en el reality show Gran Hermano resultó ser un momento muy emocional para los participantes del programa. En una reñida batalla de votos, Mónica, la jugadora de 77 años que había establecido un vínculo único con Hans, se despidió de la casa estudio al recibir el 54% de los votos, dejando atrás a Cony, quien obtuvo el 46% de las preferencias.
Mónica, visiblemente emocionada , expresó su gratitud por la oportunidad que el programa le brindó y por el cuidado que Hans había demostrado hacia ella durante su tiempo juntos en el encierro.
“Agradecida por la oportunidad que me dieron ustedes, las personas que han seguido mi camino. Gracias a Gran Hermano, gracias por haberme cuidado mucho, porque él se preocupó mucho de mí”, dijo Mónica en sus primeras palabras al conocer el resultado.
Sin embargo, las lágrimas no pudieron ser contenidas en este emotivo adiós. Hans y Alessia, quienes compartieron un fuerte vínculo con Mónica, se vieron profundamente afectados por su partida. Mónica, a pesar de su propio pesar, instó a sus compañeros a no llorar por ella, temiendo que su propio llanto se desencadenara.
“Lo puedes lograr, tú eres joven, tú puedes”, le dijo Mónica Hans, al que consideraba su nieto en el encierro. “No lloren, porque me van a hacer llorar y no quiero”, les pidió a sus compañeros.
“No llores por mí, mi amor. No piense que lo abandoné, no quiero que llore”, le señaló más tarde Hans, quien no pudo evitar romper en llanto tras la despedida, a quién consideraba su “abuela” en el reality.
“Dame permiso para llamar a tu mamita”, le preguntó Mónica,, a lo que él accedió. “Váyase tranquila, no más. Afuera nos veremos”, le prometió el joven futbolista.
La despedida también afectó a Alessia, quien le manifestó: “Te quiero mucho y estoy feliz que se vaya, para que descanse”.
Tras la salida de Mónica, Hans, a quien se le había visto serio y reservado durante su estadía en el programa, reveló una versión más vulnerable de sí mismo. Su profunda tristeza por la partida de Mónica lo llevó a una reflexión interna sobre sus emociones, una faceta de sí mismo que no conocía completamente.
“No conocía esta versión mía”, sostuvo el joven a Alessia, quien no dudó en ir a consolarlo.