¿Era el matrimonio perfecto? Paul McCartney y Linda: la verdad detrás de su ‘amor ideal’

El 18 de junio, la leyenda musical, Paul McCartney, cumple 81 años.

El 18 de junio de 1942, Paul McCartney, nació en Liverpool, Reino unido. El día de hoy el músico está festejando 81 años tras haberse convertido en una leyenda luego de formar parte de ‘The Beatles’, una de las bandas que marcaron un antes y un después en el sector, gracias a sus letras progresistas y rebeldes que lograron llevarse el amor del público desde los años 60 y hasta la actualidad.

Más allá de su música, Paul McCartney posee una de las historias de amor más destacadas de la industria, siendo un verdadero referente de lo que es un matrimonio perfecto, pero lo que pocos desconocen es que, más que ‘perfecto’ era un amor real que duró tres décadas y se separó tan solo 10 noches.

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Linda Eastman y Paul McCartney, se convirtieron en el modelo de la pareja perfecta, un matrimonio que muchos quisieran vivir y el gran amor del bajista de The Beatles que terminó separándose, solo por la muerte de la fotógrafa e intérprete musical.

Paul McCartney y Linda Eastman: la verdad detrás de su matrimonio perfecto

Han pasado 25 años de la muerte de Linda Eastman, la esposa de Paul McCartney, con quien el músico vivió una de las historias de amor más destacadas de la industria, si no de la mujer que lo salvó de la depresión luego de la separación de The Beatles.

Linda Eastman, originaria de Scarsale, Nueva York, conoció a Paul McCartney en un concierto en el club londinense Bag O’Nails en 1967, en ese momento, la intérprete y ambientalista tuvo que regresar a su país de origen, hasta que un año después, se reencontraron en la Gran Manzana; tras su regreso a Londres, el músico se contactó con ella para pedirle que se mudara con él, una decisión que tomó poco tiempo para que ella accediera a estar con él.

De esta forma, la historia de amor de McCartney comenzó cuando The Beatles estaba separándose. Luego de seis meses, la nueva pareja se casó en Londres y Linda estaba embarazada de Mary, tiempo después llegarían a sus vidas Stella y James.

Su impacto en la vida de Paul, fue tal, que logró que el músico se hiciera vegetariano, además, atendían las entrevistas con un gato entre los brazos refrendando su posición por la protección de los animales.

La pareja fue inseparable, tanto que, solo 10 noches, pasaron separados, luego de que el músico pasara unos días encarcelado en Tokio por posesión de marihuana, misma que llegó a consumir con la propia fotógrafa.

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Más allá de la ‘perfección’

Pese a que todos tenían una opinión positiva del matrimonio entre Paul McCartney y Linda, la realidad es que su amor, atravesó una serie de tropiezos en los que, incluso, llegaron a pensar en la separación.

Fue Peter Cox, uno de los poseedores de algunas de las grabaciones donde la fotógrafa hacía algunas confesiones a modo de diario, donde, habría expresado sus ganas por terminar su matrimonio, catalogando a Paul McCartney como controlador y oscuro, mencionando, “Había momentos en los que Linda se sentía profundamente infeliz y depresiva respecto a su matrimonio. En los momentos más bajos sí le pasó por la cabeza la idea de dejar a Paul, pero la rechazaba de inmediato porque su familia era lo más importante para ella y no iba a abandonarlos”.

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Además, el propio cantante confesó que su boda casi no llega a afianzarse debido a una fuerte discusión: “Tuvimos una pelea muy grande la noche antes de la boda y casi la cancelamos. Tuvimos muchos altos y bajos, fueron muy movidos comparados con esa imagen de ‘25 años de felicidad marital”.

Posteriormente, en una entrevista realizada en 1985, Paul McCartney confesó: “La gente tiene la imagen de que todo es maravilloso y de que es el matrimonio perfecto, pero no es idílico, tenemos nuestras peleas. Yo tildaría nuestra relación como bastante volátil. No nos aburrimos, tenemos unos hijos maravillosos y una relación encantadora. Espero que dure para siempre”.

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La relación del músico y Linda solo la terminó la muerte, pues luego ser diagnosticada con cáncer de mama, y que se expandiera hasta el hígado, la fotógrafa perdió la batalla el 17 de abril de 1998 en su rancho de Arizona, luego de que el músico antes de que ella durmiera le susurró una de las actividades favoritas de ella “Montando en su hermoso caballo, es buen día de primavera, estamos cabalgando por el bosque”.

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