Comenzó a actuar a los nueve años en ferias navideñas y en segundo medio le declaró su amor al teatro, tras estudiar “Siglo de oro español, verso”. “Yo ahí rayé, dije ‘esto es lo mío’”, confesó Josefina Pepi Velasco a Publimetro, en su acogedora y cálida casa ubicada en la Comunidad Ecológica de Peñalolén. Hogar que confiesa, fue un verdadero calvario construir.
“Esta casa es bastante sui generis. Cuando iban a poner los muros un maestro se dio cuenta que la casa estaba chueca y se había caído. Todo partió mal. Después, el gallo que me estaba haciendo la casa le dio una locura fulminante, dejó botada la construcción y los maestros que quedaron, el 25 por ciento era alcohólico. Dejaron la cagada en esta casa”, reveló.
Además, uno de los trabajadores cayó de una altura de casi ocho metros y “por suerte no le pasó nada”, agradeció.
Pero, a pesar que ha tenido inundaciones de película, producto de las lluvias, la adora. “Es una casa que está pésimamente mal hecho, pero la quiero, porque es mi casa”.
Del teatro a Juego Textual
Se tituló de la Universidad Católica y se integró a la histórica compañía Teatro Aparte, junto a Magdalena Max-Neef, Rodrigo Bastidas, Elena Muñoz y Gabriel Prieto hace 30 años atrás. Amigos y colegas con quienes sigue trabajando actualmente en la exitosa obra “De uno a diez cuánto me quieres” en el Teatro San Ginés.
Posteriormente, tras sus recordados personajes en teleseries, su nombre llegó hasta los productores de televisión, quienes vieron en ella una gran personalidad y carisma, ideal para ponerle sabor a MasterChef Celebrity. Y así fue. A la gente le gustó, aunque para ella, fue una experiencia exigente.
“Grabamos en Colombia dos meses y estuvimos encerrados en plena pandemia. Entonces, no fue fácil”.
Se levantaba a las seis de la mañana. Regresaban a las 9 de las noche al hotel y se quedaba estudiando hasta las 2 AM. “Fue experiencia agotadora, pero bonita”, reconoce, puesto que le permitió cocinar dos grandes amistades: Yamila Reyna y Felipe Ríos.
En cuanto a la cocina, “uno aprende según lo que estudie y practique, y no es mucho lo que puedes practicar. Yo googleaba todo, desde el plato de fondo al postre”, reveló respecto a su receta para llegar a las últimas instancias. Por lo mismo, es tajante: “si eres flojo, olvídate de ir a MasterChef”, recomendó.
Tras su éxito en el programa culinario y el cariño de la gente expresado en redes sociales -comentarios que reconoce prefiere no leer- fueron los mismos productores quienes la invitaron a participar en Juego Textual. Pero, tuvo que adicionar. Prueba que reveló, su amiga Yamila Reyna, no pasó.
“Fue bueno que no quedara, porque después la llamaron del siete (TVN) y la está rompiendo”.
Pepi Velasco y Tinder
Madre de tres hijos y dos nietos que ama con locura, Pepi Velasco contó su fallida experiencia en Tinder y su actual experiencia en el amor.
“Pésimo anda el amor. Tengo amor de mis hijos, de mis nietos, pero de pareja esta malito”, sinceró.
Sus hijos le descargaron la aplicación para encontrar pareja, a los seis meses que se separó. Sin embargo, ninguno de los pretendientes ha estado a la altura.
“Son chanturrelis. Fome, lateros. Me escapo de las citas, porque me aburren. Uno hace match por el físico, me gustan los morenos, de ojos oscuros entre 55 y 63 años. Nos juntamos en un café, pero cuando veo que la cosa está fome, tengo unos códigos con una amiga y ella me llama y me escapo”, reveló con risa cómplice.
“Cuesta encontrar gente que sea inteligente, que tenga sentido del humor, que no sea un tonto, que hable de corrido, que sea entretenido”, enumeró, reconociendo que puede ser un poco exigente respecto a las cualidades que, hasta el momento, ningún pretendiente ha lucido.
“A esta edad, es difícil encontrar gente que reúna lo que yo quiero”.
Sin embargo, confiesa que, tampoco la complica, puesto que es feliz con su familia, amigos y hobbies.
“Si no llega (el amor de pareja) lo paso tan bien en la vida, tan bien, de verdad. Tengo unos amigos fantásticos. Hago cosas entretenidas, siempre estoy haciendo cosas, bordo, viajo con amigas, lo paso regio”, sentenció.