Mercados como el chileno son fértiles para productos con escencia todoterreno, con look SUV. Por eso, en su intento de complementar su gama en el segmento, Honda presenta en Chile el nuevo WR-V, que viene a ser el modelo de entrada de su familia, que completan –en orden creciente- el HR-V, el CR-V y el Pilot. Ahora, suma a su oferta este crossover compacto, que llega a disputar participación en un nicho donde la pelea es dura.
El Winsome Runabout Vehicle, como se desglosa su acrónimo y que puede ser traducido en algo así como “Vehículo Utilitario Alegre”, fue revelado a fines del año pasado en el Salón de Sao Paulo, y aterriza en Chile a poco de ser lanzado en el mercado brasileño. Producido en ese país, y hermano de plataforma con el Fit y el City, este Honda fue desarrollado por ingenieros de la marca considerando particularmente las necesidades del mercado nacional, integrando así equipamiento de –por ejemplo- seguridad que en otros destinos no son exigencia como acá.
En busca de aventuras
De esencia urbano pero con aspiraciones aventureras, el WR-V tiene un interesante espacio interior para los pasajeros y un tamaño compacto pero bien pensado, con amplios ángulos de ataque, ventral y salida, y buen despeje, lo que le permite adentrarse en rutas agrestes sin maltratarlo.
Respecto del look, destaca un frontal que comparte el ADN Honda actual, que la marca llama Solid Wing Face, que cruza toda la parrila delantera, dando sensación de robustez, lo que se complementa con ópticos, neblineros y luces diurnas LED, llantas de 16 pulgadas y barras en el techo, para completar la onda outdoor que busca este WR-V.
En las cuatro versiones que llegan a Chile, el modelo monta el conocido motor VTEC de 1,5 litros, que entrega 120 caballos y 145 Nm de torque, con transmisiones mecánica de cinco marchas o automática CVT, con convertidor de par que ayuda a mejorar la respuesta.
Los rendimientos de la marca homologados para el WR-V son de 12,8 km/litro en ciudad, 18,5 km/l en carretera y 15,9 km/l combinado.
Versatilidad interior
Una de las mayores gracias de este crossover es configuración ULT® (Utility – Long – Tall) de los asientos traseros y del copiloto, que permite dejar totalmente planos los asientos traseros, por ejemplo, mejorando la capacidad de carga orginal del maletero, que con 363 litros no es particularmente generoso.
En cuanto a tecnología, el modelo cuenta con versiones que incorporan sistema de audio con pantalla de 5 pulgadas, cámara de retroceso multiángulo, además volante con control crucero y comando de audio, entre otros detalles de equipamiento.
El Honda WR-V hace su estreno con dos versiones mecánicas y dos automáticas, y estará disponible a partir del 13 de abril a un precio que va desde los $10.990.000 hasta los $13.090.000, con un bono de un millón de pesos en el LX mecánico. Compitiendo contra el Ford Ecosport, Chevrolet Tracker y el Nissan Kicks, el fabricante japonés espera comercializar 1.200 unidades de este estreno durante el año.
