El descubrimiento de una nueva especie animal suele ser una muy buena noticia, sin embargo lo que ocurre con el colibrí de cuello azul, esta lejos de ser positivo. El ave fue avistada por primera vez en abril de 2017, en la zona de Los Andes en Ecuador y a 17 meses de su descubrimiento se conoce que el animal se encuentra en peligro de extinción.
El colibrí de cuello azul, se ubica en una zona alta de los andes a lo largo de los arroyos bordeados por arbustos en un espacio no superior a 64 kilómetros cuadrados.
Este pequeño rango de hábitat, además de factores asociados a las amenazas por la actividad de la vida humana, han dejado a la especie en riesgo crítico de desaparecer, luego que los expertos creen que no quedan más de 750 individuos, aunque incluso el número podría ser menor a 500.
Pastoreo y minería: razones del peligro
La zona en la que se ubica la especie de ave se ve fuertemente afectada por la presencia humana en actividades como el pastoreo y la minería de oro. Por esta razón, el mismo investigador que registró por primera vez al colibrí, está solicitando ayuda para recuperar la comunidad existente del ave.
El doctor Francisco Sornoza-Molina, del Instituto Nacional de Biodiversidad en Ecuador ha manifestado que «se necesita el apoyo completo de las agencias de conservación nacionales e internacionales para salvar a esta especie».
Por su parte el investigador de la universidad de Nuevo México en Estados Unidos, Christopher Witt, advierte que es fundamental elaborar un plan de conservación, considerando que al descubrir una nueva especie se confirma que hay muchos espacios en Los Andes que faltan por descubrir y revelar sus secretos.
Los colibríes de cuello azul «se posan en cuevas, se alimentan en el suelo y pasan la mitad de su vida en un letargo hipotérmico, por lo que el descubrimiento de una nueva especie en este grupo es increíblemente emocionante».
«Este sorprendente descubrimiento confirma que la vida en los altos Andes todavía tiene muchos secretos por revelar», dijo.