Un aviso de bomba movilizó a la policía en Roma e inquietó a los sacerdotes de la iglesia Santa Maria delle Grazie alle Fornaci, los que requirieron la presencia de los agentes luego de encontrar un paquete sospechoso.
Los clérigos pensaban que podía ser un artefacto explosivo, no sólo por lo inusual del hallazgo, sino que también por el lugar en que lo encontraron: uno de los confesionarios.
Tras el operativo, los uniformados descartaron la presencia de una bomba y en el paquete que estaba bajo el asiento del sacerdote en el confesionario había varias fajos de billetes de 50 euros. En total el dinero llegaba a los 42 mil dólares, casi $ 28 millones.
La policía aún no descarta ninguna hipótesis, pero cree que puede haber sido dejada por un buen samaritano que quería hacer un aporte anónimo o por alguien que se arrepintió después de haber conseguido el dinero de “manera ilícita”, indica The Guardian.