La joven, originaria del estado de Sinaloa, cuenta a Efe que dejó las harinas, las bebidas gaseosas y la comida chatarra, y las sustituyó por alimentos más sanos, un esfuerzo que le permitió pasar de 195 a 105 kilos.
La joven, originaria del estado de Sinaloa, cuenta a Efe que dejó las harinas, las bebidas gaseosas y la comida chatarra, y las sustituyó por alimentos más sanos, un esfuerzo que le permitió pasar de 195 a 105 kilos.