Un sumario sanitario de oficio abrió la Seremi de Salud de Magallanes a la discoteque Club K de Punta Arenas. Éste fue el primer centro de su tipo que pudo reabrir en Chile luego del desembarco de la pandemia, en marzo del 2020. Su apertura se debió a que la ciudad se encuentra en fase 4.
Según informó ADN, si bien el recinto contaba con un aforo máximo de 200 personas y todos quienes entraran debían hacerlo con su pase de movilidad, se vieron algunos problemas. El principal fue que los clientes tenían que tener colocadas las mascarillas en todo momento y ello no ocurrió.
El seremi de Salud de Magallanes, Eduardo Castillo, dijo que se comenzó este sumario debido a la conducta de los asistentes, que se sacaron su mascarilla. “Se aplica el mismo criterio que en un restaurante. Las personas mientras se sientan con su grupo de confianza pueden sacarse la mascarilla para consumir alimentos o bebestibles. Pero cuando se levantan de la mesa deben permanecer con mascarilla», señaló Castillo.
En la fiscalización previa, la discotheque cumplía las medidas que se exigen. Pero el problema pasa por la conducta de los asistentes. “Es una buena señal que estamos progresando en la pandemia», señaló una de las asistentes, sin saber cómo terminaría la historia.