Ocho carabineros pertenecientes a la Segunda Comisaría de Copiapó fueron dados de baja por los cargos de «brindar protección e información privilegiada» a una botillería para que pudiera funcionar fuera de horario, todo ello a cambio de «distintas especies».
Mediante una resolución dictada en julio de 2020 por el jefe de la III Zona de Carabineros, se dispuso dar de baja por mala conducta de los efectivos policiales, pero en carácter de «condicional», pues la medida está sujeta a lo que resuelva el sumario administrativo en curso y, como consecuencia, no tienen derecho a percibir remuneraciones.
La disposición se funda en la investigación que lleva la Fiscalía local contra los ocho ex uniformados por el delito de cohecho, por el que también están formalizados.
La Fiscalía les sindica de que, en virtud de sus cargos, brindaban protección e información privilegiada al también imputado Mario Escuti Escuti, dueño de la botillería «Santa Cecilia», con el fin de pudiera atender el local fuera del horario establecido, e incluso durante el toque de queda.
Se les acusa, asimismo, por no adoptar ningún tipo de procedimiento ni realizar denuncia alguna, en un período prolongado. Ello, se indica, «todo a cambio de diferentes especies, estando la mayoría de las veces en servicio activo».
Recurso de protección de los carabineros acusados
Los carabineros desvinculados interpusieron un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Copiapó, buscando dejar sin efecto la medida pues, plantearon, «carece de lógica y razonabilidad que hayan sido objeto de sanciones previas a toda condena», a la vez que acusaron ilegalidad, arbitrariedad y la vulneración de sus derechos constitucionales de la propiedad por privárseles de sus remuneraciones.
La Primera Sala del tribunal de alzada rechazó el viernes último, por unanimidad, la reclamación y confirmó la resolución exenta de Carabineros que dispuso la desvinculación «condicional» de los ocho policías.