Donald Trump declaró el miércoles que Irán “parece haber cedido” tras atacar con misiles una base en Irak usada por tropas de Estados Unidos donde según el mandatario no hubo bajas estadounidenses o iraquíes.
Los ataques iraníes fueron en represalia por el asesinato de un encumbrado general iraní por un bombardeo con dron estadounidense en Bagdad.
En una alocución televisada desde la Casa Blanca, Trump parecía decidido a desescalar la crisis, indicando que no tomaría represalias militares por los ataques. En cambio, dijo que Estados Unidos aplicaría de inmediato nuevas sanciones económicas «hasta que Irán cambie su comportamiento». El ataque iraní del martes fue el asalto más directo contra un objetivo estadounidense desde la toma de la embajada en Teherán en 1979.
El ataque se produjo días después de que Trump autorizó el asesinato del general Qassem Soleimani. Irán prometió que tomaría represalias, lo que acercó a ambos bandos al borde de la guerra.
Trump acreditó un sistema de alerta temprana “que funcionó muy bien” al hecho de que ningún estadounidense o iraquí murió. Agregó que los estadounidenses deberían estar “extremadamente agradecidos y contentos” con el resultado.
Reiteró su posición de que “a Irán nunca se le permitirá tener un arma nuclear» y pidió nuevas negociaciones nucleares para reemplazar el acuerdo nuclear de 2015 del cual retiró a Estados Unidos.
Trump también anunció que pedirá a la OTAN involucrarse «mucho más en el proceso de Medio Oriente».