Centenares de hinchas chilenos llegaron al Bankwest Stadium para apoyar a la selección femenina en su amistoso contra Australia. Las Rojas cayeron por 2 a 1, pero eso no fue impedimento para compartir con los aficionados y mostrar un polémico folleto que podría acarrear una sanción desde la FIFA. El estallido social ocurrido en nuestro país no pasó desapercibido en Oceanía y los fanáticos lo hacían sentir con carteles y consignas. Algunas jugadoras se unieron a sus compatriotas tras el partido.
Una de las imágenes más llamativas fue el de las dirigidas por José Letelier con un letrero sostenido por Fernanda Pinilla que decía “La democracia de Chile, tortura, viola, mutila y mata a sus ciudadanos. Fuera Piñera”, el cual recibió Daniela Pardo por parte de un forofo nacional. Además, Yazmín Torrealba entonó el grito “¡El pueblo unido jamás será vencido!”.
El reglamento de seguridad en los estadios impide hacer alusión a temáticas políticas
El problema con el ente rector del balompié mundial es que el reglamento de seguridad en los estadios impide hacer alusión a temáticas políticas. “Se prohíbe terminantemente la promoción o el anuncio por cualquier medio de mensajes políticos o religiosos o cualquier otro acto político o religioso en el estadio o sus inmediaciones antes, durante y después de los partidos”, reza el documento. El castigo puede ir de multas en dinero a suspensiones de campeonatos del organismo.
En conversación con La Tercera, el presidente de la ANFP, Sebastián Moreno, sostuvo sobre el cartel mostrado en la postal: “La exhibición de ese mensaje se produjo tras el partido, fue proporcionado por un asistente al estadio a una de nuestras jugadoras y ella optó por mostrarlo. Aquí no hay una acción concertada ni consensuada por todas las integrantes de la selección femenina ni se trata de un mensaje del equipo”.
Además, el timonel se refirió a una posible sanción: “La Federación de Fútbol de Chile se rige por el estatuto de la FIFA que prohíbe manifestaciones políticas y religiosas en sus eventos deportivos. No se trata de ser insensibles ni restringir libertades. Se trata de que hay una norma de la FIFA que no debemos vulnerar”.