Corría 1993 y Aaron Fraser tenía tres años y medio cuando su vida cambió para siempre. Su madre, Bonnie Haim, desapareció a los 23 años sin dejar rastros. No obstante, el principal sospechoso era su padre Michael Haim.
En ese entonces, el pequeño realizó impactantes declaraciones sobre lo que había visto. Pero estas no fueron tomadas en cuenta.
“Papi lastimó a mami”, “papi le disparó a mami”, fueron algunas de las palabras que el menor le dijo a la trabajadora social que lo entrevistó, e incluso le señaló que papi no había “podido despertarla”.
En 2014, 21 años después, Aaron y su cuñado estaban quitando la piscina de la casa, por lo que removieron una losa de concreto que estaba en el patio. Ahí se topó con una bolsa de plástico; en su interior había un cráneo; un cartucho; y los restos óseos de una persona.
Claro que ya imaginaba de quién se trataba y los exámenes de ADN lo confirmaron.
El padre fue condenado a cadena perpetua
Así las cosas su padre fue detenido en 2015 por el presunto asesinato de su esposa. Juicio que se extendió hasta este martes, donde el residente de Florida, California, fue sentenciado a cadena perpetua.
Michael Haim, de 52 años, fue declarado culpable de homicidio en segundo grado hace sólo un mes, pero recién recibió su condena.