Las luces se apagaron el lunes alrededor del mediodía aparentemente en la mayoría de los 23 estados. Las autoridades declararon que el servicio sería restaurado en cuestión de horas, y algunas luces volvieron a parpadear, pero al atardecer volvieron a apagarse en buena parte del país.
Algunas calles de Caracas se desbordaban el lunes con centenares de venezolanos que se lanzaron a las aceras para caminar tras la suspensión del servicio del metro, que fue ocasionado por un nuevo apagón.
Esta falla –la segunda en lo que va del mes– también provocó congestionamiento vial debido a la ausencia de semáforos.
La situación se reportó en la capital venezolana pasada la una de la tarde. Medios locales informaron que al menos en nueve de los 23 estados no había luz.
Por la tarde el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, indicó que la falla es consecuencia de un “nuevo ataque” que se realizó al centro de transmisión y de carga de la central hidroeléctrica Simón Bolívar, en la represa suroriental del Guri, pero no ofreció detalles. Agregó, en una transmisión desde el palacio de gobierno, que a pesar de que este “ataque tuvo características similares al anterior, respondimos de manera oportuna. Y se ha restablecido el servicio en casi todo el territorio nacional».
El ministro vinculó el incidente a un plan “terrorista” que denunció el pasado fin de semana en el que resultaron aludidos el jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó; su jefe de despacho, Roberto Marrero, que fue detenido la semana pasada, y el dirigente opositor Leopoldo López, que está bajo arresto domiciliario desde hace dos años tras ser condenado a casi 14 años de cárcel por llamar a una protesta en la capital en 2014.
“La intención de este estado mayor del terrorismo es una intención de persistir en sus acciones agresivas, en sus acciones ahorcamiento financiero”, dijo Rodríguez al informar la detención del abogado Juan Planchart, quien ha sido vinculado a un supuesto plan de la oposición para tomar el control de 1.000 millones de dólares del Estado venezolano.
El dirigente opositor Juan Guaidó dijo que el apagón pone de manifiesto de la incompetencia del gobierno y prometió movilizaciones para poner fin al régimen de Maduro.
Al condenar el nuevo apagón, Guaidó dijo en su cuenta de Twitter que el “régimen quema medicina y comida, no puede ni mantener electricidad, no hay agua y habla de victoria”. El dirigente atribuyó el apagón a una “sobrecarga en el sistema de subestaciones, por una falla eléctrica en la línea San Jerónimo – La Horqueta – La Arenosa”.
“Mienten para no asumir su responsabilidad en esta crisis homicida. Y además están poniendo en riesgo lo poco que queda en pie de la infraestructura eléctrica nacional”, expresó el líder opositor, que ha sido reconocido como presidente encargado de Venezuela por unos 60 países, al rechazar los señalamientos del ministro de Comunicación.
Horas más tarde, la vicepresidenta Delcy Rodríguez acusó a Estados Unidos de ordenar «el sabotaje» del sistema eléctrico nacional para perturbar «la tranquilidad y estabilidad» del país.
Se trató de «un plan macabro, perverso, construido desde Washington y ejecutado con factores de la derecha extremista venezolana», como llaman a los adversarios de Maduro, afirmó.
Los habituales apagones en Venezuela impactan la atención en los hospitales, el suministro de agua y la banca electrónica, vital por la escasez de efectivo que provocan la hiperinflación y la devaluación de la moneda local.
Carmen Arias, una secretaria de 52 años, consideró que este nuevo apagón era algo “terrible” y en medio de una calle del centro caraqueño agregó que “esperemos que sea de poca duración y que no sea de unos días, como fue el otro”.
Lilian Hernandez, una encargada de un restaurante de 27 años, no pudo ocultar su temor por el nuevo apagón y se dijo preocupada. También esperaba que no se extendiera como el anterior, ya que podría perder los alimentos que tiene almacenados en su comercio. “Necesitamos una solución exacta”, afirmó.
Hace menos de tres semanas en la capital venezolana y la mayoría de los estados del país se registró un apagón general que se extendió por cuatro días. Las autoridades atribuyeron la falla a un “ciberataque” que se realizó en la represa suroriental de Guri, que genera más del 60% de la electricidad que se consume en el país, con el apoyo de Estados Unidos.
La versión del gobierno fue descartada por un informe de un académico de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la estatal Universidad Central de Venezuela que sostuvo que el apagón nacional fue generado a raíz de un incendio en una subestación en el estado suroriental de Bolívar que provocó un excesivo aumento en la temperatura de tres líneas de transmisión y una «súbita pérdida de potencia en la planta de generación de Guri».
«Los sistemas de control de la planta Guri actuaron y desconectaron los generadores gradualmente para controlar la frecuencia eléctrica», señaló el estudio al asegurar que la parada de esa instalación provocó un efecto «dominó» en las plantas de Macagua y Caruachi, también ubicadas en el estado de Bolívar. Las autoridades no han hecho comentarios sobre el estudio.