Dmitry Belyaev, MWN
La calle Nikolskya, en el centro de Moscú, que ya se ha convertido en un lugar no oficial de encuentro entre los aficionados internacionales que acuden a la capital de Rusia para asistir a la Copa Mundial, también atrae a las chicas locales que buscan hacer nuevos amigos. Rodeada por el ruido de cantos y gritos, María Mikhailova, estudiante de 16 años, está de pie en silencio con sus dos compañeros de clase sosteniendo un póster de «Abrázame» escrito en diferentes idiomas. #HOMEALONe conversó con Mikhailova para saber más.
¿Qué estás haciendo aquí?
–Estamos de pie con carteles de «Abrázame» y ofrecemos un abrazo. Sólo un abrazo.
¿Por qué un abrazo?
–Los abrazos dan calor y proporcionan la sensación de amabilidad. Esa es la manera en que queremos mejorar el estado de ánimo de los demás, y de nosotros mismos también.
526 personas abrazaron a los tres amigos en cuatro horas.
¿Por qué lo hacen durante el Mundial?
–También lo hicimos antes del torneo. Pero ahora hay mucha gente de otros países. Queremos que sepan que en Rusia hay gente amistosa que quiere hablar con ellos. Por eso tenemos la frase escrita en diferentes idiomas, para que todos la entiendan.
¿Quién te está abrazando más?
–Chicos de Argentina y Brasil. Hay muchos de ellos aquí, creo que es por eso.
¿Qué pasa después del abrazo?
–No mucho. Nos abrazamos, tomamos fotos a veces. Y si alguien quiere conocernos más de cerca, intercambiamos cuentas Instagram. No va más allá, no recibimos ninguna invitación para ir a cenar, por ejemplo.
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