- Gerente general de Ruvix
El año pasado nos dejó un sabor agridulce en materia económica y financiera. Por el lado del crecimiento, Chile estaría cerrando otro año de estancamiento económico, en donde finalizamos este 2017 con un paupérrimo avance del 1,5%, a pesar del fuerte impulso que tuvo el cobre en la última parte de del año que se fue.
Sin embargo, por el lado financiero, la bolsa local subió más de 30%, alza que cualquier persona podría haber materializado en ganancias al haber invertido en fondos mutuos de acciones chilenas. En la misma línea, los fondos de pensiones más riesgosos como el A y B, lograron rentabilidades en torno al 16% y 12% respectivamente.
Precisamente el optimismo observado en la bolsa y la fuerte caída del dólar, auguran un panorama mucho mejor en materia económica, que se traducirá en mejores condiciones laborales, un entorno más favorable para emprender y en definitiva, volver a acercarnos al ansiado desarrollo
El impulso actual del cobre (que se encuentra sobre los US$3,2 la libra), el alejamiento de la incertidumbre política y el esperado e inminente aumento de la confianza de consumidores y empresarios, estarían pavimentando el camino para que vuelva la inversión y la economía de Chile pueda crecer nuevamente en torno al 4%, que esperamos nos entregue el año 2018.
Precisamente el optimismo observado en la bolsa y la fuerte caída del dólar, auguran un panorama mucho mejor en materia económica, que se traducirá en mejores condiciones laborales, un entorno más favorable para emprender y en definitiva, volver a acercarnos al ansiado desarrollo.
Por lo tanto, es esperable que las expectativas al alza se afiancen con el correr de las semanas y como suele ocurrir en economía, sea una profecía autocumplida.
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