La empresa Global SuperTanker ofreció a Chile su avión para combatir los incendios forestales dos días antes que Lucy Ana Avilés financiara su llegada al país.
Al respecto, se ofrecía un arriendo por 30 días del SuperTanker a un costo de US$331.200 lo que daba un valor final de US$9.936.000, es decir una suma cercana a los $6 mil millones.
«Era una oferta bastante alta (…) Después de un par de días, una fundación ofreció pagar el importe del avión y traerlo en otras condiciones. Entre esa oferta de la fundación y el arribo del SuperTanker pasaron dos días, o sea, no hubo ningún retraso, fue súper rápido», señaló ante el ofrecimiento el ministro del Interior Mario Fernández.
Tras el correo, el Gobierno comenzó a analizar la posibilidad de optar por el avión. En ese sentido, se consideró un informe de la Nasa y pruebas efectuadas con aviones Hercules C-130 en Biobío y La Araucanía en 2014, las cuales descartaban el uso de una nave de las características del SuperTanker debido a su gran tamaño.