La estatua del presidente electo, con expresión adusta en el rostro y vestido de traje azul marino, camisa blanca y corbata roja, ya preside en la reconstrucción del Salón Oval de la Casa Blanca del popular museo londinense.
De pie, con las manos sobre el cinturón, el Trump de cera lleva como el real una escarapela con la bandera de Estados Unidos en la solapa.
Los especialistas del Tussauds implantaron a la cabeza de cera pelos de yak tibetano que, cuidadosamente peinados con fijador, lucen como los del multimillonario en carne y hueso.
«Desde que Trump fue declarado candidato vencedor tras una campaña despiadada de ambos lados, nuestro estudio estuvo obrando sin respiro para intentar reproducir su llamativo bronceado y peculiar cabellera, a tiempo para el inicio de su mandato presidencial», dijo el director del museo Edward Fuller.
Trump asumirá el cargo este viernes, tras su victoria en las elecciones de noviembre pasado. Su llegada al Salon Oval del Tussauds desplazó a la efigie del presidente saliente Barack Obama, retirada del museo.
La reproducción de Trump quedará expuesta al público a partir del viernes y permanecerá en el museo el tiempo que dure su presidencia.