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Al menos cuatro personas murieron en ocho ataques con bombas registrados en las últimas horas contra centros turísticos de Tailandia, una serie de ataques que intenta «sembrar el caos» según el jefe de la Junta Militar que gobierna el país.
La ciudad balnearia de Hua Hin, golpeada por un doble atentado la noche del jueves que provocó un muerto y mas de 20 heridos, entre ellos extranjeros, fue golpeada este viernes por otras dos explosiones con saldo de otra persona fallecida.
También este viernes en Surat Thani, a 400 km y puerta de entrada a las islas turísticas del sur del país, una empleada municipal murió y un hombre resultó herido al estallar una bomba frente a la policía marítima.
En el balneario de Phuket se registraron otras dos explosiones, con saldo de un herido. El octavo ataque ocurrió el jueves en el mercado de Trang (sur) cuando una explosión mató a un ciudadano tailandés.
Los atentados, que no han tenido reivindicación, «buscan sembrar el caos» dijo el jefe de la Junta Militar tailandesa, general Prayut Chan-O-Cha, en el poder desde el golpe de Estado de 2014.
Policía descarta ataque terrorista
La policía tailandesa aseguró que la serie de explosiones de bombas, que dejaron al menos 4 muertos estas últimas 24 horas, eran un acto de «sabotaje local» con el objetivo de desestabilizar el país y descartó una acción «terrorista».
«No es un ataque terrorista. Es solo un sabotaje local», aseguró el portavoz de la policía nacional, Piyapan Pingmuang, durante una rueda de prensa en Bangkok.
Al menos 11 bombas, algunas de ellas utilizadas en explosiones dobles, sacudieron cinco provincias del turístico sur de Tailandia en las últimas 24 horas, matando a cuatro personas e hiriendo a varias decenas, entre ellas extranjeros.
«Se desconoce por el momento qué grupo está detrás de las bombas», dijo el portavoz, aunque descartó que los rebeldes musulmanes, que llevan a cabo una insurgencia en el extremo sur de Tailandia, estén detrás de estos ataques.
PUB/NL