El domingo recién pasado todos nos sorprendimos cuando Daenerys Targaryen (Emilia Clarke), quién era rehen del clan Khals, rechazó la opciòn que le propuso Jorah y Daario para huir. La rubia, en cambio, prefirió aprovecharse del desprecio que generaba su persona y prendió fuego al templo donde estaban reunidos provocando la muerte de todos los presentes. Todos menos ella.
Mientras tanto, al otro lado del Mar Angosto, Tyrion Lannister hizo gala de la maña política que mostró en la segunda temporada, y negoció con los maestros esclavistas: les dio un plazo de siete años para liberar a todos los esclavos, solo asì evitarian una guerra contra Meeren. Para sellar el acuerdo Tyrion les envió mujeres. Dicha negociación no dejó contento a Missandei y Grey Worm, a quienes no le hizo gracia la propuesta de la mano derecha de Daenerys.
Pero eso no fue todo. En la serie, además, Jon Snow tenía todo listo para dejar su rol de Lord Comandante, pero se reencontró con Sansa Stark, quién le pide recuperar las tierras que le pertenecen a su familia, y luchar contra Los Bolton. Sin embargo, a pesar de que en un principio Snow no quería asumir el desafío, decidió aceptarlo tras recibir una carta de Ramsay Bolton con una advertencia: o entrega a Sansa o arrasa el norte con todos los salvajes que atravesaron el muro.
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