El ex candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami respondió este domingo a una publicación que reveló que usó durante un período de cuatro meses en 2013 un jet proporcionado por la empresa brasileña Constructora OAS, la cual es investigada por delitos de corrupción en donde también figura el otrora mandatario Lula da Silva.
En su cuenta de Facebook, ME-O respondió a la nota publicada por La Tercera, indicando que «la historia se repite. Chile vive un momento similar al de hace más de 7 años, cuando dos fuerzas desgastadas hicieron todo lo posible por tapar el sol al progresismo. Hoy, en días en que centenares de chilenas y chilenos se inscriben en el PRO llenándonos de nuevos bríos, las mismas fuerzas de siempre recurren a prácticas que creíamos olvidadas para repartirse en partes iguales una cancha con el pasto más seco, con menos público y con dirigentes cuestionados».
«Han anunciado tantas veces mi muerte política que ya va quedando claro que son ellos los que quieren matarme. Pero mientras más me disparan, más fuerzas gana el progresismo y más gente se suma a este esfuerzo por terminar con el duopolio. La política es sin llorar y así la entendemos. Ser progresista es más difícil que no serlo y es por esto que aquí estamos, construyendo las fuerzas que equilibrarán la balanza. Todas las fuerzas de la historia nos acompañan», aseguró.
El ex postulante a La Moneda señaló además que «al mismo tiempo, resulta que dos ministros, dos subsecretarios, dos senadores y dos diputados legislaron para empresas que les dieron dinero. Aparecen facturas del administrador electoral de Sebastián Piñera mientras el director ejecutivo de su canal de televisión fue pagado por empresa estatal privatizada cuando él era senador. La lista es más larga, pero la idea se entiende y no vale la pena profundizar en estas líneas».
Cabe recordar que en la nota se menciona que en julio de 2013 ME-O viajó a Sao Paulo junto a directivos de la mencionada firma y Cristián Warner, otrora asesor del candidato y actualmente vinculado al caso SQM. Tras esto, volvieron en el mismo jet que viajaron a Brasil, el cual fue utilizado durante cuatro meses por Enríquez-Ominami en su campaña presidencial.
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