Ronaldinho pasó un mes en una prisión de Asunción, por entrar con un pasaporte falso a Paraguay, y ahora cumple arresto domiciliario en un lujoso hotel de la capital de ese país.
En todas partes del planeta han estado pendientes del caso del brasileño, como en España, donde Jorge Valdano publicó un artículo refiriéndose al astro.
«Si el nivel de delincuencia media fuera el de Ronaldinho, el mundo entero debería ser una cárcel. Una cosa es ser ‘tonto’, como lo definió su abogado, y otra delincuente», escribió el argentino en una nota publicada en el diario El País, titulada «Dejen en paz a Ronaldinho».
El campeón en el Mundial de México 1986 explicó que «como ocurre con tantos futbolistas brasileños, para él la vida siempre fue una fiesta, y el fútbol, juego que exagera la vida, una fiesta al cuadrado. En el único lugar donde Ronaldinho se comportó como un subversivo fue dentro de una cancha».