Primero fue el Real Madrid y ahora Atlético de Madrid. Ambos elencos de la capital española se despidieron en los octavos de final de la Champions League, que tendrá como sede de la final el estadio Wanda Metropolitano, de Madrid.
Una debacle inesperada sobre todo, con los resultados logrados por ambos elencos en los duelos de ida. Los merengues vencieron por 2-1 a Ajax en Holanda y cuando todo parecía que sellaría sin inconvenientes su paso a los cuartos de final, llegó la sorpresa.
El cuadro tulipán en el estadio Santiago Bernabéu, humilló a los dirigidos por Santiago Solari y ganaron por 4-1, con lo que sellaron su paso a la ronda de los ocho mejores y de paso, generaron un terremoto en los blancos, ya que el técnico fue destituido y en su lugar llegó Zinedine Zidane. Éste había dejado en mayo del 2018 el club, ya que presagiaba que no sería una gran temporada 2018-2019, por lo que no se equivocó.
Sin el Real, quedaba el Atlético en competencia y el sueño del técnico Diego Simeone, era poder disputar una nueva final de Champions en su estadio. El camino lo comenzó a pavimentar de buena manera, puesto que en el Wanda Metropolitano venció por 2-0 a Juventus, resultado que para muchos, sería difícil de remontar para la Vecchia Signora, especialmente por el destacado juego defensivo que tienen los Colchoneros.
Sin embargo, el equipo del Cholo sufrió con su peor pesadilla: Cristiano Ronaldo. El delantero portugués había prometido en la previa de la revancha que convertiría un hattrick y no falló.
CR7 es la verdadera bestia negra del Atlético, ya que le ha convertido cuatro tripletes, tres de ellos a Jan Oblak y lleva 26 goles ante los Colchoneros. En la revancha disputada en el Juventus Stadium, el portugués fue el amo y señor del partido, ya que dio vuelta la serie al convertir los tres tantos.
El 1 de junio se disputará la final de la Champions League en el Wanda Metropolitano de Madrid y en la cual, no habrá un equipo madrileño disputando dicho compromiso.