Universidad Católica llegaba bajo una gran presión a enfrentar a O’Higgins en San Carlos de Apoquindo, por la penúltima fecha del Campeonato Nacional. Los cruzados debían ganar para seguir dependiendo de sí mismos para levantar la copa y lo consiguieron con un trabajado 1-0.
La tensión se notó en el arranque, con un encuentro cerrado y un equipo rancagüino agresivo, que le dio trabajo a Matías Dituro en el inicio. Pasados los 20 minutos, la UC se soltó y empezó a avisar.
A los 23′, una evidente mano de Tomás Alarcón en el área minera no fue vista por Roberto Tobar. El árbitro pensó que la pelota había rebotado en la cabeza y aplicó el «siga, siga».
Quizá con esa jugada en la mente, el juez de la primera final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate sí cobró un discutible penal para el local por un agarrón, a la media hora. Sin embargo, Miguel Pinto estuvo notable para detener el remate de Luciano Aued.
La Franja, golpeada, se vio confundida tras ese fallo y pudo costarle caro. Un cabezazo con destino de red fue parado por Sebastián Sáez, quien hizo un movimiento con el brazo que generó las dudas en la precordillera y los airados reclamos del elenco de Marco Antonio Figueroa, ya que el réferi tampoco sancionó nada.
Cuando parecía que se iban al descanso en blanco, el resistido Andrés Vilches habilitó a un solitario José Pedro Fuenzalida (45+2′), quien con un disparo cruzado desató el grito de gol en Las Condes. No obstante, todavía quedaba mucho partido por delante.
La UC «cerró» el partido
El segundo lapso arrancó sin la intensidad del primero. La UC, en su especialidad, se dedicó a controlar los tiempos, mientras que O’Higgins sintió el cansancio después de la fracción inicial.
El Fantasma movió sus piezas para intentar inyectar un revulsivo. De hecho, a los 73′ ya había agotado sus modificaciones.
Beñat, por el contrario, sólo se decidía por el ingreso de Marcos Bolados por Vilches. El resto, todo igual.
Sobre el final, el español determinó «cerrar» el partido al hacer entrar a Jaime Carreño por el Chapa y luego a Cristián Álvarez por Diego Buonanotte. Quedaban un par de minutos.
Y éstos se escurrieron sin grandes emociones. Los cruzados hicieron la tarea y quedaron a un paso de bajar su 13ª estrella, la cual deberán ir a buscar a Temuco, tal como hace dos años. Le llevan tres puntos a la U. de Concepción y con un empate en el Germán Becker serán campeones por tercera vez en los últimos cinco campeonatos de Primera División.
Revive el relato del triunfo de la UC
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