Luego del 1-0 ante Serbia, la selección chilena se prepara para cerrar su gira europea ante Polonia, que se despedirá de su público antes de partir rumbo al Mundial de Rusia. Un último partido donde Reinaldo Rueda seguirá haciendo pruebas en un equipo joven que busca proyectarse con miras a la Copa América 2019 y, sobre todo, a las eliminatorias para Qatar 2022.
Uno de los que tiene más experiencia en el plantel que viajó a Europa es el campeón de la Copa América Centenario, Nicolás Castillo, quien, pese a ser expulsado en el primer encuentro de la gira ante Rumania, se ilusiona con la opción de ser capitán de la Roja ante Polonia, responsabilidad que frente a Serbia recayó en Enzo Roco.
«También soy uno de los que ha estado en las nóminas anteriores, pero lo del capitán lo decide la gente mayor. Ayer le tocó a Enzo (Roco), que lo hizo de buena manera. Si me piden a mí, yo no tengo ningún problema«, dijo el delantero.
Además, el atacante hizo una autocrítica de la expulsión que sufrió en el encuentro ante los rumanos, señalando que «fue una jugada donde trato de sacarme un defensa de encima para pelear el balón, justo se agacha y le paso a pegar en la cara. Fue un detalle del que tengo que aprender. Hablé con el ‘profe’ y me dijo que tenía que mejorar, acá estoy para aprender de estos errores«.
Los goleadores de la Roja en esta gira han sido Guillermo Maripán (2) y Lorenzo Reyes (1), ninguno atacante, lo que preocupa en un equipo que busca su referente del área. Una responsabilidad que para Castillo es «una motivación, lo mismo para Felipe (Mora), para Angelo (Henríquez). Estos partidos nos servirán para llenarnos de confianza, el profe nos ha dado confianza y estamos acá para lo que él necesite, estamos acá para trabajar».