Por Pedro Marín Roldán, enviado especial a La Serena
Colo Colo hizo su tarea en La Serena: derrotó este sábado al descendido Cobresal en el estadio La Portada de La Serena por 3-1, un resultado que estaba totalmente emparentado al duelo de Universidad de Chile, que debía resignar puntos ante San Luis para permitir el festejo albo.
Sin embargo, esto no ocurrió los azules cumplieron su deber de vencer a los canarios y se alzaron con la corona, dejando con las ganas al conjunto de Pablo Guede que terminó regalando un título que hace unas fechas atrás parecía cosa juzgada.
El primer tiempo en la cuarta región comenzó como se esperaba, con Colo Colo lanzado en ataque buscando encerrar a un Cobresal que ya no tenía nada por luchar, y por eso los de Pablo Guede salieron con todo e inmediatamente tuvieron tres jugadas claras de gol antes del tanto de apertura.
Y el 1-0 para el Cacique llegó a los 12′, tras un centro de Luis Pedro Figueroa que el uruguayo Octavio Rivero definió solo ante la salida de Sebastián Cuerdo. Parecía que los albos iban a golear en La Portada, pero nuevamente los fantasmas aparecieron.
Esto porque a los 24′, en la única llegada de los mineros en el primer tiempo, Israel Poblete metió un centro que sobró a los centrales y Lino Maldonado empalmó de cabeza para derrotar a Álvaro Salazar.
Desde entonces, los de Guede entraron nuevamente en su enredo de final de semestre: mucho empuje, pocas ideas y farra total en el arco contrario. De hecho, primero lo tuvo Esteban Paredes, pero su remate dio en el travesaño, pero no sólo eso, Rivero también estrelló un cabezazo en el poste y para remotar el capitán se perdió tres ocasiones claras dentro del área, pero falló de manera increíble.
En el segundo tiempo, el DT albo intentó cambiar la historia con el ingreso del peruano Canchita Gonzales por Figueroa tras el entretiempo; y de Pedro Morales y Marcos Bolados por Ramón Fernández y Gabriel Suazo a los 60′, pero todo sin mucho fondo y apelando más al esfuerzo que algo establecido.
Y así fue, porque el Cacique buscó por todos lados sin mucha forma detrás, bombardeando el arco de Cuerdo que siempre se salvó de una u otra manera. Hasta que a los 69′ apareció Paredes, que rompió su maleficio con un cabezazo que derrotó la valla local.
Luego, los de Rubén Vallejos pusieron amor propio, pero carecieron de fútbol para complicar al fondo albo que ya jugaba el partido con un oído en el Nacional.
Cuando ya el partido estaba en una zona totalmente intrascedente por lo que ocurría en Ñuñoa, el juez cobró un dudoso penal sobre Jaime Valdés que Paredes -esta vez no falló- transformó en gol para el 3-1 a los 91′.
De esta manera, el Cacique terminó el certamen con 29 puntos, pero no fue suficiente para superar a la U que le quitó la corona a los albos, pese a que lideraron 12 de las 15 fechas del Clausura, en una de las más dolorosas caídas de su historia en un torneo de Primera División chileno.
En tanto, Cobresal se va a Primera B y con muchas interrogantes para lo que viene en el fútbol de ascenso.
