Los asistentes inteligentes activados por voz se han popularizado en todo el mundo y millones de personas utilizan estos dispositivos sin saber que están escuchando nuestras conversaciones casi todo el tiempo, pero hay una pulsera que puede evitar esa situación.
Según varios informes, los asistentes inteligentes virtuales más populares, como Alexa, Siri y Google incluso guardan grabaciones por defecto para ayudar a entrenar sus algoritmos de Inteligencia Artificial.
Para evitar este tipo de vigilancia y grabación, existen inhibidores comerciales, que interfieren con los micrófonos circundantes. Sin embargo, estos dispositivos tienen puntos ciegos y muchos de ellos son estáticos.
Por eso, un grupo de científicos de la Universidad de Chicago (EE.UU.) ha desarrollado la llamada ‘Pulsera del silencio’, un sistema de interferencia de micrófonos portátil que emite un ruido ultrasónico para desactivar los micrófonos cercanos. Y se puede llevar en la muñeca.
«Básicamente, los inhibidores funcionan reproduciendo un sonido en la gama de los ultrasonidos. Este sonido está por encima de la frecuencia auditiva humana, por lo que no se puede oír. Sin embargo, este sonido excita los circuitos del micrófono y (aunque los micrófonos están diseñados para no captar ultrasonidos) eso da lugar a una ‘sombra’ de la frecuencia ultrasónica en una frecuencia audible», explicó a Metro Heather Zheng, profesora de informática de la Universidad de Chicago (EE.UU.) y una de las creadoras de la «Pulsera del Silencio».
Añadió: «En otras palabras, reproducimos un ultrasonido pero un comportamiento no lineal de los circuitos del micrófono hace que se escuche un sonido audible. Como éste se encuentra en el rango audible, tapa efectivamente otros sonidos que el micrófono está grabando, como la voz».
Además, el nuevo dispositivo aprovecha la sinergia entre las interferencias ultrasónicas y los movimientos naturales que los usuarios inducen en sus dispositivos portátiles (por ejemplo, las pulseras) al gesticular o caminar.
Los investigadores demostraron que estos movimientos pueden difuminar los puntos ciegos de las interferencias y aumentar su cobertura.
Otra ventaja del dispositivo es que tiene un diseño en forma de anillo que le permite interferir en múltiples direcciones, protegiendo así los micrófonos ocultos fuera de la vista.
Metro habló con Heather Zheng para saber más.
$20
es el coste de producción de la ‘Pulsera del silencio’.
ENTREVISTA
Heather Zheng,
profesora de informática de la Universidad de Chicago, EE.UU.
P: Los dispositivos inteligentes basados en la voz nos escuchan siempre, grabando y posiblemente almacenando información personal sensible, según su investigación. Cuente más sobre ello.
- Los asistentes digitales de voz están presentes en la mayoría de los smartphones, smartwatches y altavoces inteligentes. Desde el exterior, estos asistentes interactivos parecen responder únicamente a palabras designadas para despertar (por ejemplo, «Alexa» y «Hey Google»). Sin embargo, su implementación requiere que escuchen continuamente para detectar estas palabras de activación. Se ha demostrado que estos dispositivos pueden monitorizar y grabar sonidos y conversaciones en tiempo real, ya sea de forma maliciosa, por una mala configuración o tras ser comprometidos por atacantes.
P: ¿Y la ‘Pulsera del silencio’?
- Funciona con una gama de micrófonos, especialmente los pequeños micrófonos que tenemos en los dispositivos portátiles. Aunque no podemos estudiar toda la gama de micrófonos que existen y, ciertamente, siempre habrá algunos tipos de micrófonos que podrían ser menos propensos a nuestro inhibidor, en nuestras pruebas hemos cubierto una amplia gama de dispositivos y hemos comprobado que nuestro inhibidor es muy eficaz.
P: ¿Por qué el dispositivo tiene forma de pulsera?
- El concepto de este dispositivo no se limita a ningún factor de forma concreto, de hecho, existen inhibidores de micrófono estacionarios comerciales, del tipo que se pone en el escritorio y que interfiere con los micrófonos de alrededor. Sin embargo, estos dispositivos tienen dos problemas fundamentales: tienen puntos ciegos (ciertos ángulos o lugares en los que el dispositivo no funciona bien y, por lo tanto, no ofrece protección contra el micrófono que escucha); y son fijos, por lo que hay que moverlos con uno; de hecho, debido a sus puntos ciegos, incluso hay que dirigirlos hacia el micrófono que se intenta interferir. Nuestra idea fue: ¿y si se tratara de un wearable, como una pulsera? Resulta que eso resuelve ambos problemas: la «pulsera del silencio» también tiene puntos ciegos, pero un wearable nunca es estático, ya que se mueve contigo, de modo que los movimientos barren el espacio que intentas interferir y neutralizan eficazmente los puntos ciegos, por lo que puedes interferir mucho mejor. Y no hay que pensar ni manejar este dispositivo, sólo hay que encenderlo o apagarlo.
P: ¿Qué le depara el futuro a la ‘Pulsera del silencio’?
- Estamos trabajando para ampliar el concepto de interferencias a un conjunto de protecciones para llevar puestas, de modo que los usuarios puedan utilizarlas para proteger mejor su intimidad.
