Dicen que los insectos serán el alimento del futuro, gracias a su alto contenido nutritivo y a la sostenibilidad que significa su producción. De hecho, cada vez son más países de occidente que se suman a la tendencia de usar insectos en sus preparaciones, ya sea a través de harinas o como parte de las preparaciones.
Sin embargo, pese a que no todos los saben, en la actualidad las personas consumimos insectos tal vez diariamente y la cifra que comemos en un año es bastante llamativa.
Esto se debe a que la producción agrícola no se realiza en entornos asépticos y libre de bichos y mientras más ecológica y orgánica es la comida, más presencia de insectos tiene.
Incluso las normas internacionales permiten una cantidad de larvas de la fruta en la producción, o de fragmentos de exoesqueletos de insectos en los chocolates.
Ejemplo de ellos es Estados Unidos, que a través de la FDA, organismo que controla la seguridad alimentaria, establece como límite que cada mililitro de zumo de naranja contenga cinco moscas de la fruta.
El profesor de biología y experto en tecnología alimentaria Javier Morallón, detalló en una columna del diario Sur de España, que con esos resultados se puede estimar que una persona consume anualmente entre 450 y 900 gramos de insectos al año sin saberlo.
La normativa estadounidense permite, según reporta el especialista, además que en 100g de espinacas congeladas, contengan 50 ácaros, pulgones y un poco de oruga.
Cabe mencionar que para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) los insectos son parte de la dieta de al menos 2 millones de personas el mundo, y cada vez más deberían pensar en integrarlos debido a que son alternativas altas en proteínas, grasa buenas, calcio, hierro y zinc.
