La última noche de 2023 fue testigo de un evento extraordinario: una inmensa llamarada solar, clasificada como X5.
Este fenómeno, el más intenso desde 2017, fue captado por satélites orbitando la Tierra, y su radiación alcanzó nuestro planeta el 2 de enero de 2024.
La gran llamarada solar de 2023
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) dio a conocer que esta erupción solar liberó una Eyección de Masa Coronal (CME) a gran velocidad.
En palabras simples, este tipo de erupciones solares son explosiones potentes que se originan en la superficie del Sol y pueden afectar a la Tierra al interactuar con su campo magnético.
Aunque la radiación de estas erupciones no afecta directamente a los humanos en la Tierra, sí tiene el potencial de causar problemas en la atmósfera terrestre, afectando a las señales de GPS y comunicaciones, según explicaciones de la NASA.
“El Sol emitió una fuerte llamarada solar el 31 de diciembre de 2023, con un máximo a las 4:55 EST. El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA capturó una imagen del evento, que fue clasificado como X5.0″, compartió la Agencia Espacial de EEUU en su cuenta oficial de X.
The Sun emitted a strong solar flare on Dec. 31, 2023, peaking at 4:55 EST. NASA’s Solar Dynamics Observatory captured an image of the event, which was classified as X5.0. https://t.co/rdALPuiOcm pic.twitter.com/CZeqHfkm0J
— NASA Sun & Space (@NASASun) January 1, 2024
Y es que las llamaradas solares se categorizan en distintos niveles, siendo las de tipo X las más poderosas.
¿Qué efectos tiene una llamarada solar en la Tierra?
Las tormentas solares son explosiones súbitas en el Sol que liberan energía magnética acumulada en su atmósfera.
Por eso, la interacción de estas partículas solares con la magnetósfera de la Tierra puede resultar en la formación de auroras boreales y australes, especialmente en regiones cercanas a los polos.
Investigaciones recientes, en tanto, han destacado la posibilidad de que tormentas solares extremas, como los Eventos Miyake, puedan tener importantes consecuencias en la vida moderna, con efectos potenciales en los ámbitos político, social y económico.
Si bien esta llamarada fue histórica en comparación a 2017, el evento Carrington de 1859 es la llamarada solar más poderosa registrada. Aquel fenómeno tuvo impactos significativos en los sistemas de telecomunicaciones de la época, como la destrucción de telégrafos y confusión en los animales.