Con un motor turbo, un interior moderno y una amplia gama de asistencias a la conducción, este Geely Starray es un SUV que busca posicionarse como una alternativa atractiva en su segmento. Sin embargo, durante nuestra prueba encontramos algunos detalles que podrían mejorar.
Un diseño exterior que llama la atención
Desde el primer vistazo, el Geely Starray destaca por su impactante parrilla delantera y sus estilizados faros “particle ray”. La firma lumínica de los DRL se extiende a lo largo del capó y hacia el parachoques, creando un efecto visual distintivo. Además, al desbloquear el vehículo, los DRL realizan una breve animación lumínica que contribuye a darle toques de atracción exótica al modelo.
Un interior espacioso y tecnológico
Al ingresar al habitáculo, se mantiene la temática de “estrellas”, con una enorme pantalla central que controla el sistema de infoentretenimiento y el aire acondicionado. Aunque responsiva, la ausencia de botones físicos para la climatización puede no ser del gusto de todos.
Los asientos de cuero sintético y las inserciones de alcántara en el tablero aportan un toque de sofisticación. El sistema de sonido Infinity de 9 altavoces en la versión probada (Signature) ofrece una calidad de audio destacable. Sin embargo, la iluminación ambiental puede resultar distractiva cuando está sincronizada con la música. Preferimos fijarla en un tono neutro para un ambiente más relajado.
Uno de los puntos más positivos es el espacio interior. Gracias al piso plano, los pasajeros disfrutan de una comodidad superior a la de muchos rivales en este segmento. Sin embargo, algunos materiales plásticos en la parte baja del tablero se sienten de menor calidad en comparación con otros detalles del habitáculo.
Un motor ágil, pero sin emociones fuertes
El Geely Starray equipa un motor 2,0 litros turbo de 218 hp y 325 Nm de torque, acoplado a una transmisión de doble embrague de 7 velocidades. La respuesta es ágil, sin retrasos al acelerar desde un alto total, y las transiciones entre marchas son fluidas. Sin embargo, aunque las recuperaciones en carretera son eficientes, el manejo carece de una sensación emocionante.
El consumo de combustible es aceptable para un motor de esta potencia, aunque no destaca como el más eficiente de su categoría. La suspensión, basada en la plataforma CMA compartida con el Volvo XC40, ofrece un andar cómodo en carreteras en buen estado, pero resulta más tensa de lo esperado al pasar por irregularidades. Al tomar curvas con entusiasmo, los neumáticos chillan pronto, recordando que no se trata de un SUV deportivo.
Tecnología de asistencia con margen de mejora
El Geely Starray cuenta con un paquete de seguridad completo, incluyendo control crucero adaptativo y asistente de mantenimiento de carril. Durante la prueba, el control crucero demostró ser eficaz, pero sus reacciones fueron algo bruscas, con frenadas y aceleraciones más abruptas de lo necesario. Por otro lado, el asistente de carril mantiene el vehículo centrado, aunque interviene constantemente con pequeños ajustes en la dirección, lo que podría no agradar a todos los conductores.
Un detalle mejorable es el selector de marchas, que requiere accionar la palanca más de una vez para cambiar entre directa y reversa, un mecanismo menos intuitivo que el de otros vehículos automáticos.
La pantalla central es intuitiva y fácil de usar, aunque algunos usuarios podrían encontrar que su interfaz podría ser más fluida y rápida en la respuesta.
SUV atractivo con puntos fuertes y algunos detalles a mejorar
El Geely Starray 2025 se presenta como una opción interesante dentro del segmento de los SUV compactos, con un diseño llamativo, un interior tecnológico y espacioso, y un motor relativamente eficiente. Sin embargo, su suspensión algo tensa, el comportamiento del control crucero y el mecanismo del selector de marchas podrían mejorar. En Chile, está disponible en dos versiones: Exclusive y Signature, con precios de $21.990.000 y $23.690.000, respectivamente, considerando los bonos de financiamiento. Es una alternativa competitiva que vale la pena considerar si se priorizan el diseño, el equipamiento y la comodidad para los pasajeros.