Una historia digna de una película. Un pasajero de American Airlines se excedió de creatividad y propició un retraso de alrededor de cuatro horas por hacer un no tan inofensivo chiste. El hombre partió en un vuelo desde Austin, Texas con destino a Charlotte, Carolina del Norte; pero el despegue del avión no se dio a la hora prevista.
En un momento de ocio, al viajero no se le ocurrió algo mejor que cambiar el nombre de una red Wi-Fi. Pero literalmente jugó con la tranquilidad de todos al hacer la espeluznante combinación de dos palabras: bomba y avión.
De acuerdo con ABC News, el drama tuvo origen cuando uno de los pasajeros detectó la red con el alarmante nombre: “Hay una bomba en el avión”. Y rápidamente lo reportó a la tripulación de cabina.
Se activaron los protocolos de seguridad
Los auxiliares de vuelo de American Airlines no tardaron en ponerse manos a la obra. Además, les comunicaron a las autoridades lo acontecido dentro del vuelo, entre ellos: la policía de Austin y el departamento de aviación; quienes por seguridad ordenaron el desalojo del avión.
Aunque al principio se le pidió al autor del chiste revelar su identidad, este prefirió mantenerse en silencio debido a las repercusiones que podría tener su acción. Rápidamente los pasajeros descendieron del avión para así descartar que la aeronave verdaderamente llevara una bomba a bordo.
Cabe destacar que, para poder subir nuevamente al avión, cada viajero tuvo que mostrar el nombre de su punto de acceso Wifi para evitar malos entendido. Y fue así como finalmente se pudo cumplir la ruta estipulada.
La gracia del pasajero generó una demora de alrededor de 4 horas en el itinerario del vuelo con destino a Austin, Texas. El punto más insólito de la historia es que aún se desconoce quién fue el responsable de la broma que alteró el curso normal del vuelo.
