En lugar de centrarse únicamente en las emisiones del tubo de escape, Renault ha adoptado un enfoque integral de ciclo de vida completo. La compañía afirma que las medidas implementadas en el Emblème reducirán sus emisiones de CO2 equivalente en un 90% en un ciclo de vida proyectado de 200.000 km, generando solo 5 toneladas de CO2 en total. Este cálculo considera desde la extracción de materias primas y la fabricación de componentes, hasta el ensamblaje, transporte, uso, mantenimiento y eventual reciclaje del vehículo.
Sistema de propulsión innovador
El Renault Emblème es un híbrido que combina electricidad y tecnología de hidrógeno. En cuanto a la electricidad, utiliza una batería de 40 kWh ideal para trayectos urbanos. Para viajes más largos, cuenta con un tanque de hidrógeno. Si bien la viabilidad del hidrógeno sigue siendo objeto de debate, en teoría, el Emblème podría viajar de París a Marsella emitiendo solo agua en el 75% del trayecto. La marca sostiene que su autonomía máxima alcanzaría los 1.000 km.
Además, Renault ha priorizado el uso de materiales reciclados y naturales en la construcción del vehículo. También menciona el uso de componentes “reutilizados”, aunque no se han dado detalles específicos, lo que podría significar que algunas piezas provengan de vehículos fuera de uso. El éxito en la reducción de CO2 también dependerá del uso de energía renovable en los procesos de fabricación.
Diseño que optimiza la eficiencia aerodinámica
El diseño del Emblème se basa en principios de eficiencia aerodinámica y reducción de peso, utilizando simulaciones desarrolladas en colaboración con el equipo de F1 de Alpine. El vehículo, de 4,8 metros de largo y con una distancia entre ejes de 2,9 metros, es considerablemente grande, pero el uso de la plataforma AmpR, que también se encuentra en los modelos Renault 5 y el futuro Renault 4, sugiere que este concepto tiene raíces realistas.
Renault aspira a que el peso total del Emblème sea de 1.750 kg, lo cual es bastante competitivo en comparación con otros vehículos eléctricos de su tamaño. Reducir el peso no solo mejora la eficiencia del vehículo, sino que también minimiza su impacto durante la fabricación.
Longevidad del vehículo
Considerar el impacto ambiental completo de un automóvil es esencial para que los fabricantes justifiquen la producción de nuevos modelos, en lugar de fomentar que los consumidores continúen utilizando los vehículos que ya poseen. Sin embargo, llama la atención que la longevidad del vehículo no se menciona como un criterio clave, algo que sería crucial para reducir la dependencia de los recursos del planeta.
El Renault Emblème se presentará en el Salón del Automóvil de París este mes (14 al 20).