Nissan se apresta a darle una nueva vida a su exitosa camioneta Navara. Ahora ahora llegada desde Aguascalientes, México, la pick up comenzará a llegar desde la planta de la marca japonesa desde la planta que tiene en Córdoba, Argentina, durante el primer trimestre del próximo año.
El cambio de origen del modelo no debería traer aparejada grandes modificaciones en el precio -salvo, claro, que el tipo de cambio siga jugando en contra-, aunque sí debería significar un upgrade para quienes eligen a la Navara como la camioneta de su preferencia. De partida, en términos de calidad, pues ahora llegará desde una fábrica que tiene más de 60 años de historia produciendo modelos tan emblemáticos como el Gordini y el Torino, así como los Renault 4, 6 y 12, además de la cupé Fuego, así como el comercial Express y la “hermana” pick up Renault Alaskan. Y no solo eso: Argentina es el quinto productor mundial en el segmento de las pick ups, así que experiencia haciendo este tipo de vehículos hay, y de sobra. Competidores como la Volkswagen Amarok, Ford Ranger y Toyota Hilux llegan a nuestro país desde el otro lado de la cordillera, completando el 20 por ciento de los productos que se venden en el segmento de las camionetas medianas en nuestro país.
Lo cierto es que la Nissan Navara es hecha en Argentina desde 2018 y, aunque no haya llegado a Chile desde ese origen hasta ahora, ya lleva más de 31 mil unidades exportadas al mundo. Ahora, se sumarán Colombia y nuestro mercado, donde arribará cumpliendo la norma de emisiones Euro 6.
Hasta acá, puras cosas buenas suma el cambio de origen de la Nissan Navara a partir de marzo. Pero hay más.
A la Navara “transandina” la pudimos conocer en una toma de contacto realizada en la Región de Aysén, donde parte de la Carretera Austral nos sirvió para conocer las novedades de la pick up de la marca japonesa.
Una de las mejoras de la camioneta, que comenzará su comercialización hacia fines del primer trimestre de 2023 son los ángulos de ataque y salida, que mejoran respecto de su par mexicana, siendo ahora de 32 y 26 grados, respectivamente, y que agregan versatilidad al vehículo cuando encara obstáculos.
En ese sentido, también le juega a favor la suspensión multilink, que Nissan mejora en la Navara “made in Argentina”. Los ingenieros de la marca aseguran que se trata de una calibración específica para diferentes mercados, que en el caso de la camioneta que manejamos en la Patagonia denota una significativa disminución de los rebotes, siendo mucho más blanda que la media de sus competidores.
Pero la mejora no se queda sólo ahí.
En general, en este tipo de vehículos, ir sentado atrás, sin carga en la caja, puede ser una tortura. En la Nissan Navara, no.
Sólo denota que la cama posterior va vacía cuando se transita en terrenos muy agrestes, muy irregulares y a velocidad más que moderada. Tampoco hay excesivo deslizamiento trasero, que además es morigerarlo por el control de tracción, que se hace bien presente de modo sistemático en la medida que se requiere y no sólo ante situaciones extremas.
Además, la calidad de absorción es notorio y no se queda sólo en el anuncio teórico de la mejora de este aspecto. Ahora, es más controlada, y sin un tacto seco.
Todo esto se combina con el chasis “Doble C” reforzado, sobre todo en los travesaños transversales, que mejoran la rigidez de la estructura.
Como si eso fuera poco, el pack ayuda a la mejorada insonorización del habitáculo, donde se nota muchísimo menos el ruido del motor y del rodado, con lo que suma más bonos en el aspecto del confort.
Otro aspecto que da un paso adelante en esta Nissan Navara 2023 es la dirección. Su calibración es, ahora, más precisa y directa, entregando mejor fidelidad respecto de los movimientos que se realizan y sin excesiva resistencia, favoreciendo el control y, como ello, la seguridad, algo que también se enfatiza al contar con frenos de disco en las cuatro ruedas.
La Navara “argentina” suma atributos también en sus luces led delanteras y traseras, así como un mejor look con las llantas de aleación de 17 o 18 pulgadas, dependiendo de la versión, que se combinan bien con los siete colores de carrocería que ofrece.
Para quienes ven en la caja de carga un aspecto importante, también hay mejoras en el portalón, que ahora es más liviano y -a su vez- robusto, contando además con un cubre pick up con divisores, para que las cosas no anden moviéndose descontroladamente.
Si de cuestiones estéticas se trata, las dos versiones tope de gama contarán con sunroof.
Pero tal vez si lo más importante en esta camioneta Nissan está bajo el capó. Si bien se ofrecen dos motores de 2,3 litros, ambos multiplican la presencia de la sobrealimentación, contando ahora con dos turbos, que con ello ofrecen el torque de modo más suave y gradual, más elástico y eficiente. Llegará una propulsor de 158 hp y 403 Nm, que estará disponible sólo en las versiones de tracción simple. Pero, en la Carretera Austral, probamos el tope de gama, que desarrolla 188 caballos y 450 Nm de torque, que llegará asociado a los modelos 4x4, que destaca porque responde bien a diferentes circunstancias, tanto en carretera, en ciudad, como cuando la exigencia de las condiciones de adherencia obligan a desplegar lo mejor de su mecánica.
Ahí también destaca la caja automática de siete velocidades, que agrega un selector con cuatro modos de manejo: Normal, Sport, Tow (Remolque) y Off-Road, el que se activa solo con tracción 4H o 4L.
Así, en plena Patagonia, la nueva Nissan Navara se asoma, para demostrar que multiplica sus virtudes y su atributos, para mantenerse como una referencia en uno de los segmentos más relevantes del mercado chileno. Ahora llegando desde más cerca, las mejoras son evidentes.