Para quienes usan su vehículo regularmente, ya sea para ir al trabajo, hacer compras o dejar a sus hijos al colegio, las continuas alzas en el precio de los combustibles tienen un efecto muy relevante en la economía familiar. Es por esta razón que las personas que hoy están pensando en cambiar su vehículo, tienen como uno de los principales requisitos a la hora de escoger un modelo, la eficiencia y rendimiento de combustible.
Es así que, en el mercado, los motores sobrealimentados −también conocidos como motores turbo− han sobresalido como una opción atractiva para quienes el ahorro de combustible es una prioridad, sin sacrificar el desempeño del vehículo. En el caso de Chevrolet, los modelos Onix, Tracker y Captiva destacan como autos eficientes en consumo y con muy buenas prestaciones gracias a la incorporación de este tipo de tecnología.
Pero, ¿qué significa que sea turbo? Si bien el término es relacionado directamente con los vehículos con un alto desempeño, lo cierto es que “la tecnología de un motor turbo permite a los vehículos contar con un excelente desempeño, y a la vez ser eficientes en el consumo de combustible, debido al rol fundamental de sobrealimentación que este componente aporta en el motor durante el proceso de la combustión”, explica Juan Alberto Yokens, supervisor de producto para GM Chile.
El experto entrega a continuación los principales beneficios que un motor turbo posee:
1. Desempeño en altura
Debido a la altitud, se generan condiciones que impactan directamente en la calidad de la combustión, como las pérdidas de presión atmosférica y bajas en la concentración de oxígeno. En esa situación la incorporación de turbocompresores centrífugos permite disminuir el impacto de las condiciones extremas sobre un motor.
2. Buena relación potencia/consumo de combustible
Gracias a la sobrealimentación (o turbo) se logra en general una presión superior a la de un motor de aspiración natural (también conocido como motor convencional), y se obtienen mayores potencias de salida y permite reducir la cilindrada del motor (o en otras palabras el tamaño, lo que también es conocido como “Downsizing”). El resultado es una reducción en el consumo específico de combustible, ofreciendo características de desempeño que pudiera tener un motor de mayor tamaño.
3. Mejor relación peso/potencia
Una reducción de cilindrada de un motor implica una reducción de volumen, dimensiones y masas de los componentes que conforman un bloque de motor (pieza donde se sitúa el resto de los elementos del motor), permitiendo tener beneficios de comportamiento dinámico asociado a inercias y perdidas energéticas.
Adicionalmente debido a las buenas prestaciones en la generación de potencia, se logra tener un vehículo con un excelente desempeño considerando siempre las mejoras asociadas en lo relativo a consumo de combustible.
4. Reducción de emisiones
La utilización del turbo permite que, junto con otros tipos de tecnologías disponibles hoy −las cuales implican gestión electrónica−, se logre ofrecer un producto de excelentes características en lo que respecta a emisiones contaminantes, contribuyendo significativamente a la reducción de emisión de dióxido de carbono (CO2) hacia la atmosfera.