En lo que parece ser “el inicio de una película de ciencia ficción absurda (pero real)”, un pastor de Denver, Colorado, tuvo una idea inesperada: organizar una expedición a la Antártida que reúna a influencers terraplanistas junto a divulgadores científicos. ¿El propósito? Que comprueben por sí mismos si “nuestro planeta es una esfera o un disco plano” y, así, terminar de una vez por todas con el interminable debate acerca de la forma de la Tierra.
Esta inusual experiencia, titulada “El experimento final”, se transformó en un acontecimiento ansiosamente anticipado por un grupo particular, y se llevó a cabo hace poco, con resultados que, según la opinión de diferentes personas, fueron tanto esclarecedores como... totalmente pasados por alto.
La Antártida: el muro de hielo de las conspiraciones
Según los defensores de la teoría de la tierra plana, la Antártida no es un continente cubierto de hielo ubicado en el extremo sur del mundo. En cambio, ellos creen que es una vasta pared de hielo que rodea el pretendido disco plano que sostiene a todos los continentes. En sus hipótesis, esta barrera no solo previene que los océanos se derramen hacia el vacío del espacio, sino que también está vigilada por “guardianes del orden mundial” que buscan ocultar la “verdad”.
Asimismo, aseguran que algunos eventos naturales, tales como el sol de medianoche—ese fenómeno inusual en las regiones polares donde el sol resplandece sin cesar durante 24 horas durante el solsticio de verano—, no pueden ocurrir en su teoría de Tierra plana.
El asunto es que... efectivamente lo son.
Durante el solsticio de verano en el Polo Sur, la inclinación del eje terrestre en 23.5° provoca que el sol brille de manera continua sobre esa área durante todo un día. Al mismo tiempo, en el hemisferio norte ocurre lo contrario: hay una ausencia total de luz solar durante 24 horas. Este suceso, al igual que muchos otros, está relacionado directamente con la forma esférica del planeta.
El “experimento final” y el sol de medianoche
La aventura juntó a personas que creen que la Tierra es plana con influencers del ámbito científico y los llevó hasta la Antártida justo para observar el sol de medianoche durante el solsticio de verano. En un inicio, se planeó llevar a 24 participantes de cada postura del debate, cubriendo todos los costos, pero de manera nada sorprendente, solo unos cuantos terraplanistas aceptaron el reto.
Cuando llegaron, el fenómeno conocido como el sol de medianoche se comportó exactamente como la ciencia lo anticipa: iluminó sin pausa durante todo un día. ¿Y cuál fue la reacción de los terraplanistas ante esto? Bueno, podría decirse que hubo un par de admisiones curiosas, pero no lograron convencerlos de unirse al bando que cree en la esfericidad de la Tierra.
“A veces te equivocas”: las confesiones de los terraplanistas
Jeran Campanella, un conocido creador de contenido que promueve la teoría de la Tierra plana y cuenta con 73,000 seguidores, se encontraba entre los asistentes. Ante pruebas irrefutables, reconoció en su canal de YouTube: ”Está bien, chicos, a veces te equivocas en la vida. Yo creía que no había un Sol de 24 horas. Me doy cuenta de que me llamarán farsante por decir esto y, ¿sabes qué? Si eres un farsante por ser honesto, que así sea.”
Austin Whitsitt, otro de los participantes, aportó una visión algo distinta: ”El Sol está haciendo lo que dijeron que haría, muy claramente. No creo que esto invalide la teoría de la Tierra plana. No creo que demuestre un modelo esférico del planeta. Considero que es un dato único. He observado una demostración física que podría mostrar que esto puede ser explicado en una Tierra plana.”
En resumen: admitieron que el sol de medianoche es real; sin embargo, no lo consideran una evidencia definitiva de que la Tierra sea esférica.
“¿De verdad tuvimos que viajar a la Antártida para esto?”
A medida que los terraplanistas lidiaban con sus emociones ambivalentes, la comunidad científica y los usuarios de Internet que observaron la experiencia a través de sus dispositivos no parecían tan sorprendidos. Un usuario de YouTube expresó claramente el sentir común: "No puedo creer que la gente haya tenido que viajar a la Antártida para comprobar que la Tierra es una esfera."
Desde luego, los comunicadores de ciencia que asistieron tomaron la ocasión para registrar el evento y desmentir, una vez más, las aseveraciones de los terraplanistas.
¿Una victoria para la ciencia o una batalla interminable?
A pesar de que la demostración del sol de medianoche refutó una de las hipótesis más importantes de los terraplanistas, ninguno de los involucrados parece haber modificado su punto de vista sobre la forma del planeta. Sin embargo, el experimento logró algo significativo: probar que, aun cuando algunos no renuncien a sus convicciones, la ciencia es capaz de proporcionar respuestas claras y verificables.
Probablemente, el principal éxito de este viaje no fue persuadir a los defensores de la teoría de la Tierra plana, sino recordarnos a todos que la curiosidad, aun cuando se fundamenta en creencias equivocadas, tiene el potencial de enseñarnos algo diferente.
Y si eso implica que “necesitamos llevar a más conspiracionistas a la Antártida para enseñarles un par de cosas sobre astronomía y geografía”... entonces, que alguien se encargue de alistar los trajes para el frío.