En 1930 fue avistado por primera vez el 73P/Schwassmann/Bachmann 3. En 1995, el cometa SW3 como se le conoce ahora acorde a lo consignado por Deutsche Welle, volvió a aparecer al registrar una serie de destellos y explosiones, los cuales fueron captados por telescopios a lo largo de varios meses.
Durante los siguientes años, el cometa continuó desintegrándose y en 2006 se dividió en fragmentos luminosos, cada uno con su respectiva estela.
Acorde al portal Science Alert, de acuerdo a lo consignado por Radio Bío Bío, el SW3 se dividió en más de 68 fragmentos.
Mientras que en su reaparición más reciente, en marzo del 2017, dio signos de que seguía rompiéndose y arrojando nuevas piezas con cada regreso.
En ese sentido, en finales de este mes, nuestro planeta podría tocar la órbita del SW3 sin chocar con este.
De acuerdo a la publicación, el suceso no es catastrófico, ni mucho menos. Al respecto, se indica que en 1872 cuando la Tierra tocó la órbita del cometa 3D/Biela, se observaron en el cielo cerca de 3 mil meteoritos en el hemisferio norte. Esto aconteció luego que el cometa pasara por el punto de coincidencia.
Y a falta de meses para que el SW 3 pase por el punto en el que la Tierra coincidirá con su órbita, es probable que “restos desprendidos a partir de la fragmentación del cometa hayan constituido una formación anterior al paso del mismo, y se ‘anticipen’ a su paso. Si eso sucede, la Tierra se vería envuelta en una lluvia de estrellas que precedan al paso mismo del cometa”, consigna el Deutsche Welle.
En ese sentido, se precisa que algunos modelos estadísticos prevén que el fenómeno ocurrirá, mientras que otros señalan que la posible lluvia de estrellas evitaría el paso por la Tierra por poco margen.
En ese punto, los primeros modelos afirman que el fenómeno podría iniciar el 31 de mayo a las 15:00 horas en horario de Australia. Mientras que en América Latina, sería cerca de las 02:00 horas en Buenos Aires o la medianoche del 30 al 31 de mayo en Ciudad de México.