Los numerosos incendios de los últimos años en Chile iniciados con carácter forestal y que terminan destruyendo viviendas han puesto varias veces el foco de atención en los sitios en los que viven muchas personas, algo reforzado tras lo sucedido desde el viernes pasado en la Región de Valparaíso.
Es que el déficit habitacional del país -de casi 600 mil unidades según el Ministerio de Vivienda y de 1,1 millones de acuerdo la Cámara Chilena de la Construcción- lleva a construir en lugares peligrosos.
Constanza González -académica de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo, investigadora del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (Cigiden) y directora de WildFireX- señaló que “los incendios forestales que impactan a zonas pobladas son un fenómeno relativamente nuevo en Chile. Por eso los instrumentos de planificación urbana no han considerado ese riesgo”.
“Y es frecuente que asentamientos informales se establezcan en terrenos de gran exposición con construcciones muy vulnerables... Además, las capacidades de los instrumentos para detener esas construcciones son limitadas, tal como es muy limitada la posibilidad de actuar de manera retroactiva en construcciones existentes. Hay que cambiar la Ley General de Urbanismo y Construcción y la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, y para ello se requiere de voluntad política”.
Y Carlos Aguirre, investigador de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño de la Universidad San Sebastián, añadió que “es clave entender que el cambio en las condiciones de nuestros bordes urbanos rurales no es inocuo ni responde a la voluntad administrativa... Esos bordes son complejos, porosos y riesgosos si cuentan con carga combustible, tanto en forma de masa vegetal como de entornos construidos. Este incendio enorme demostró que los límites sin estrategia, no funcionan”.
“Por eso seguir sin gestión de riesgos ni gestión urbana y sin manejo de la interacción entre plantaciones, bosques y zonas urbanas, campamentos, parcelaciones e infraestructuras, nos lleva a estar en constante riesgo”.
LA VOZ DE UN EXPERTO
Michel De L’Herbe, experto en gestión de emergencias, es tajante respecto de su diagnóstico de lo que ha sucedido en términos de prevención y gestión desde el viernes de la semana pasada en la Región de Valparaíso.
“Hubo un incremento de casi el 50% de recursos para combatir los incendios forestales, pero estos siniestros no se apagan con dinero. Se apagan con logística y con gestión, y estos incendios muestra que hay problemas al respecto en el país. Es que si no sabes usar los recursos, ellos no serán suficientes”.
Y añadió que “este megaincendio hace que la actual temporada ya sea la más mortíferas de la historia desde que hay registros en Chile (Nota: el Servicio Médico Legal informó a las 19 horas de ayer que iban 13 muertos, a los que se suman un piloto y un jefe de brigada de la Conaf). Y también ha dejado en evidencia los problemas estructurales que tenemos al momento de enfrentar esta emergencias. Existe incapacidad del Estado para adaptarse las nuevas condiciones de los incendios, que requieren de un combate preciso, oportuno y contundente. Y lo más preocupante es que ello ha sido advertido hace tiempo, lo que refleja una fuerte resistencia al cambio.
El especialista estaba ayer en Viña del Mar, y no dudó en señalar que “en terreno se nota que faltan ayuda y copamiento del territorio por parte del Estado en un momento crítico, lo que va generando más tensión en la comunidad. Y hasta se puede llegar a potenciales problemas de orden público y seguridad”.