Domingo Prieto Urrejola se ha transformado en un testigo clave del caso de presunto lavado de activos y malversación de caudales públicos que se sigue contra el exalcalde de Vitacura, Raúl Torrealba. Ha entregado sus testimonios ya en tres oportunidades, al fiscal Francisco Jacir y a la comisario de la PDI Karen Jara.
De acuerdo a La Tercera, Prieto se ha transformado en una pieza clave en la investigación, luego de ser desvinculado tras 20 años de las corporaciones Vita Salud, Vita Emprende y Vita Deportes, organizaciones sin fines de lucro que funcionan bajo el alero del municipio y que son subvencionadas estatalmente.
Según el medio la amistad entre ambos terminó de mala forma y Prieto indicó a los persecutores que el sistema que se habría utilizado en esa comuna para triangular fondos estatales hacia supuestamente las arcas particulares del exedil, tiene su génesis en Felipe Guevara, quien durante los años 90 ocupó el cargo de director de Desarrollo Comunitario de Vitacura.
Guevara a la vista
“A la semana de asumir la nueva alcaldesa (Camila Merino), fui al municipio para saber cuál iba a ser mi situación laboral. Hablé con Ximena Núñez, a quien le dije que me habían falsificado la firma en algunos documentos. Este tema ya lo había hablado con ella anteriormente, de hecho había ido a su casa y ahí lo conversamos. Le referí a ella también las otras irregularidades que describí en Vita Deportes, pero solo de manera muy general. Cuando ya me iba, me topé con el director jurídico del municipio (Mauricio Irarrázaval)”. “A él no lo conocía y le refrendé el hecho de haberme falsificado las firmas. Le dije que eso me parecía irregular y asimismo, con más detalle que a Ximena, le señalé las diversas irregularidades que se venían cometiendo en el municipio, en cuanto a que de manera mensual y desde hace varios años, se entregaban sumas de dinero mensualmente al alcalde Torrealba, dinero que se extraía desde Vita Deportes”, afirmó Prieto.
“Le señalé que esto lo inventó Felipe Guevara, una vez que comenzaron a funcionar las organizaciones comunitarias funcionales. Él fue director de desarrollo comunitario en Vitacura, luego ese cargo lo ejerció Renato Sepúlveda y luego Antonia Larraín. Todos sabían y consentían en este mecanismo. Le indiqué también al director jurídico que esta práctica se hacía mediante la entrega de sobres con dinero en efectivo”. Según su versión, el abogado tomó nota de todo lo que él le reveló y le dio las gracias.
Contó además los inicios de la entrega del dinero: “Comenzó con una petición de Renato Sepúlveda, quien me citó a su oficina en la municipalidad y me dijo que era necesario entregar dinero al jefe, refiriéndose por tal al alcalde Raúl Torrealba, y que era necesario entregarle $ 3.000.000 en dinero en efectivo. Yo me sorprendí con esa petición, le consulté por ello, y me dijo que era para el jefe, para el Big Boss, que él la necesitaba. Así le decía al alcalde Torrealba”.