Los diputados de la UDI, Sergio Bobadilla y Henry Leal pidieron este lunes al abogado y exconvencional constituyente, Daniel Stingo, que se mantengan en su impuesto “autoexilio” luego de responsabilizar al Gobierno de Gabriel Boric por la derrota de la opción Apruebo en el plebiscito de salida de la nueva Constitución.
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Para los parlamentarios Bobadilla y Leal, los dichos de uno de los convencionales más cuestionados en las redes sociales, respecto a que “el dinero invertido (por los ricos y poderosos) y la desidia del Gobierno fueron determinantes” en el triunfo del Rechazo, solamente responden a su “altanería y superioridad moral tan característica de él”.
“Cuando todos creíamos que el señor Stingo iba a realizar algún tipo de autocrítica respecto a la paliza que sufrió, una vez más nos sorprende con una altanería y superioridad moral tan característica de él, ignorando por completo que la división y el odio que promovieron durante más de un año fue el principal causante de la derrota que recibieron a manos de la mayoría de los chilenos y chilenas”, afirmaron los diputados.
El consejo para Daniel Stingo
En esa línea, tanto Bobadilla como Leal insistieron en que el jurista debería reconsiderar el reaparecer en los medios de comunicación ( en “La voz de los que sobran”), y centrarse más en “reconocer los enormes errores que cometieron” junto a otros convencionales, y de cara al país, en la redacción de la Carta Magna que fue defenestrada por más del 62% de la ciudadanía que votó en el plebiscito del 4 de septiembre.
“(Las declaraciones de Stingo) denotan su absoluto desprecio por la democracia y por la soberanía popular”, señalaron.
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“Da cuenta de que sólo cree en lo que él piensa y que no tiene ninguna capacidad de reconocer los enormes errores que cometieron, sobre todo cuando antes de iniciar el trabajo advirtió que los acuerdos sólo los iba a poner él y que el resto de los sectores quedarían excluidos”, insistieron los parlamentarios, quienes optaron por aconsejarle un retiro más prolongado al abogado.
“Stingo debiese bajar las revoluciones y retomar la actividad pública cuando recién haya asimilado el enorme daño que le provocó a todo un país. Porque de lo contrario, lo único que estará haciendo es tratar de ignorante a cerca de ocho millones de chilenos que, legítimamente, decidieron rechazar la nefasta propuesta que elaboró junto a Bassa, Barraza y Baradit”, concluyeron.
