La situación económica de Estados Unidos es complicada y sensible.
La pandemia del coronavirus, aunada a los estragos de la invasión de Rusia a Ucrania, han hecho que la inflación suba a niveles históricos, pues se disparó en junio y alcanzó un nuevo máximo en la época del COVID-19 de 9.1 por ciento interanual.
La inflación más alta en 40 años
De acuerdo a datos de la Oficina de Estadística Laborales, se trata del nivel más alto en cerca de cuatro décadas y superior al pasado, cuando los precios subieron a 8.6 por ciento en el año que finalizó en mayo.
De hecho, esta cifra es más elevada que el 8.8 por ciento que los economistas tenían previsto, de acuerdo a Refinitiv.
Pega más en latinos y minorías
Este problema se traduce en la población en un verdadero golpe a su economía y a su poder adquisitivo.
Lo cierto es que las personas de color, latinos y los hogares rurales son los que más lo sufren.
La inflación que pega en Estados Unidos, afecta a estos grupos sociales mucho más que a otros sectores demográficos, de acuerdo a un informe de investigación del Bank of America.
Cuando se desglosa por raza, geografía e ingresos, la institución financiera reveló que el “choque inflacionario” de 2021 afecta de manera desproporcionada a los que menos tienen.
Así, las casa sin graduados universitarios, comunidades afroamericanas, hispanas y latinas, además de los que viven en zonas rurales, han gastado más de sus ingresos en bienes y servicios.
Suben sus gastos
Estos sectores sociales desembolsaron 7.1 por ciento de sus ingresos en energía, comparado con 5.4 por ciento gastado por otros grupos demográficos.
Estos mismos hogares gastan 12.5 por ciento de sus ingresos en alimentos, frente a 11.1 por ciento de los demás.
Para no ir más lejos, Bank of America sostuvo que el impacto en el poder adquisitivo de estas categorías de mayor inflación fue de 4 por ciento para las minorías, en comparación con 2.9 para los demás.
Sube todo
Gran parte del aumento de junio se debió al incremento en los precios de gasolina, que se fue hasta 60 por ciento en el año. Los estadounidenses enfrentaron costos récord del combustible el mes pasado, con una media que supero los cinco dólares por galón en el país.
Sin embargo, los aumentos se notaron en los precios de los alimentos en el hogar, que subieron, 12.2 por ciento a lo largo del año; los cereales (12.2 por ciento), los lácteos (13.5 por ciento) y las carnes (13.8 por ciento).