En el Pleno de ayer de la Convención volvieron a surgir las voces que piden una jornada de reflexión que les permita pensar cómo están desarrollando el trabajo y “recargar energías”.
Esto, argumentaron, porque no sólo se les hace necesario analizar los cuestionamientos que están recibiendo, sino también tener espacio para el descanso, pues los cientos de indicaciones a revisar les han generado sesiones que duran hasta pasada la medianoche.
Por lo mismo, Patricio Fernández puso nuevamente sobre la mesa la necesidad de hacer una pausa para poder “realizar el trabajo como se debe”.
En el mismo tono se sumó Agustín Squella, quien aseguró: “Le hicimos una petición a la Mesa Directiva para hacer una jornada de reflexión y estudio. Reitero esa petición a la actual Mesa”.
Por su parte, Luciano Silva fue claro en que “hay que parar”, pues a su juicio “muchas veces estamos votando números y subtítulos y, así, los ciudadanos no entienden nada”.
La sobrecarga de trabajo que experimentan, como dijo Rodrigo Logan, podría pasarles la cuenta elevando sus niveles de cortisol (por el “estrés”), pero también está afectando a funcionarios de las dependencias del Congreso en Santiago. Son ellos, como sostuvo Manuel José Ossandón, “los que tiran la carreta día a día”.
En línea con eso, Roberto Vega solicitó que la Mesa Directiva oficie a la Dirección del Trabajo para que emita un pronunciamiento sobre las jornadas laborales de los funcionarios, por lo que la Fiscalía de la Convención deberá pronunciarse.
En cualquier caso, y como quedó de manifiesto en la misma sesión, la única solución, si es que se quisiera tener una “pausa”, es pedir al Parlamento que se le amplíe el plazo de trabajo a la Convención.
Porque comisiones como Derechos Fundamentales, por ejemplo, aún debe analizar más de 400 propuestas de norma y no puede dejar de sesionar una semana, ya que no podría cumplir con la entrega de informes. De hecho, comenzará a trabajar los sábados.
Por lo mismo, Janis Meneses planteó: “Si bien sabemos que los horarios van a ser muy extensos, hay un bien común mayor, y eso es lo que nos motiva a seguir trabajando y sólo quiero alentarnos a continuar trabajando juntas y juntos y llevar a cabo el mandato que los pueblos nos han encomendado”.
Por su parte, Marcos Barraza dijo que “hay un sentido de urgencia de la ciudadanía por contar con una nueva Constitución legítima de contenido y forma. Los plazos contribuyen también a esa legitimidad”.