Playa, sol y arena. Sin duda el verano es una de las temporadas más esperadas por ser sinónimo de diversión y descanso. Sin embargo, los expertos insisten en las recomendaciones esenciales ante el incremento de las temperaturas, en especial para cuidar a los más pequeños.
Ya sea en la pileta o simplemente en el jardín, muchos se sobreexponen al sol, con alto riesgo a quemaduras o afecciones en la salud. De ahí la importancia de seguir algunos simples consejos para la prevención.
Hidratación frecuente: Incluso sin esperar la sensación de sed, es importante consumir agua. En los niños menores a s6 meses, los expertos indican deben ingerir la leche materna, fuente además de nutrientes. Son diversos los beneficios de tomar agua, desde evitar un golpe de calor, contribuir al funcionamiento de los órganos, eliminar toxinas y regular la temperatura corporal.
Uso de protector solar: Durante el verano, los bloqueados solares se convierten en aliados. Los especialistas recomiendan un factor de protección igual o superior a 30 SFP. Este de debe aplicar al menos 50 minutos antes de exponerse al sol y volver a usarse cada 2 horas.
Ropa cómoda y de colores claros: Durante estos días de calor, las prendas de colores claros, como el beige, blanco y neutros, no deben faltar en el clóset. Este tipo de tonalidades reflejan la luz del sol y no la absorben como suele ocurrir con la ropa de colores oscuros. También debe procurarse el uso de ropa holgadas y cómodas, además de tejidos transpirables.
Frutas y ensaladas
La alimentación también debe ideal para estos días de calor en el verano, dando prioridad a aquellas comidas nutritivas pero también hidratantes.
Recomiendan frutas y verduras, yogures y quesos, así como ensaladas. Una idea creativa es refrescarse con helados preparados con frutas de la temporada.
