El estudio “Radiografía al Consumo de Alcohol en Fin de Año 2024″, elaborada por la Asociación Pro Consumo Responsable de Bebidas Espirituosas (Aprocor) y Cadem, reveló alarmantes y preocupantes cifras, entre las cuales destacó que el 35% de los chilenos considera “socialmente aceptable” conducir bajo los efectos del alcohol en las celebraciones de Año Nuevo, pese a las sanciones y riesgos a los que se exponen.
Según el estudio, tres de cada cuatro chilenos (76%) considera que los conductores que causan accidentes bajo los efectos del alcohol suelen huir o desentenderse de sus responsabilidades, mientras que solo un 1% cree que estos enfrentan las consecuencias de sus actos.
Además, un 56% de los encuestados opina que a la sociedad no le importan las muertes derivadas de accidentes por consumo de alcohol, mientras que un 35% piensa lo mismo respecto a las autoridades.
El principal temor de los conductores ebrios sigue siendo ser detenidos por Carabineros (57%), mientras que el miedo a causar daños físicos o la muerte a acompañantes ocupa un distante segundo lugar (19%).
“Los conductores y menores no pueden beber ni una gota de alcohol”
Al respecto, el presidente de Aprocor señaló que “no debemos olvidar a las 61 personas que perdieron la vida tras un accidente en Fiestas Patrias producto de acciones irresponsables de conductores y peatones. Es crucial que tanto automovilistas, como autoridades y sociedad civil nos unamos en un compromiso de responsabilidad y conciencia, reafirmando que a los conductores y menores no pueden beber ni una gota de alcohol”.
Por su parte, el Gobernador de Santiago, Claudio Orrego, fue enfático en recalcar que “tres de cada cuatro chilenos creen que los conductores ebrios huyen tras causar un accidente, y un 35% aún considera socialmente aceptable manejar en estas condiciones. En estas celebraciones de fin de año, que tu mejor decisión sea no beber, si vas a conducir. No seas parte de esa estadística y respeta tu vida, y la de los demás. Nuestra región necesita más responsabilidad y menos tragedias”.
En cuanto a accidentabilidad, el estudio revela que un 33% de quienes conocen a alguien involucrado en un accidente relacionado con el alcohol no modificaron sus hábitos de consumo posterior al hecho. Los jóvenes de la Región Metropolitana destacan como los más reacios a cambiar su comportamiento (44%). Por el contrario, un 47% de los encuestados afectados por un accidente decidió dejar de consumir alcohol al conducir.
Respecto a la fiscalización, un 58% de los encuestados cree que es probable que conductores ebrios sean controlados por las autoridades, cifra que representa un aumento de 14 puntos porcentuales respecto al 2023. Sin embargo, solo un 3% de las personas estaría dispuesta a denunciar a un amigo o familiar que planee conducir bajo los efectos del alcohol.