Las matemáticas pueden llegar a ser un verdadero dolor de cabeza y frustración educativa para muchas personas porque aunque para algunos se les hace fácil el entenderlo, para otros (me incluyo) puede ser una tarea imposible.
¿Pero, porqué sucede? es la pregunta del millón de dólares que nos hacemos todos los que odiamos con todas nuestras fuerzas a esta ciencia formal que surgió del estudio de las figuras geométricas y la aritmética con números.
Una nueva investigación publicada en el Teaching Mathematics and its Applications, titulada al castellano: “Comprender la ansiedad matemática”, explica que la enseñanza que se basa en un marco negativo, como castigar a los estudiantes por el fracaso o humillarlos por no tener la capacidad de comprender las consignas, intensifica la ansiedad y la falta de compromiso con las matemáticas.
Odio a las matemáticas
C. Rashaad Shabab, profesor de Economía en la Escuela de Negocios de la Universidad de Sussex y autor principal del estudio, explicó que a medida que el gobierno busca implementar la educación matemática universal en toda la escuela secundaria superior, potencialmente se requerirá que un millón más de personas estudien matemáticas que de otro modo podrían haber optado por no hacerlo.
El artículo muestra que los estudiantes con baja preparación para las matemáticas corren un mayor riesgo de caer en un círculo vicioso de bajo rendimiento y falta de compromiso debido a la ansiedad matemática.
Para encontrar una solución, Rashaad recomienda que “los maestros deben decirles a los estudiantes que vean las matemáticas como un rompecabezas o un juego. Si colocamos una pieza de un rompecabezas en el lugar equivocado, simplemente la recogemos y volvemos a intentarlo. Así es como deberían sentirse las matemáticas. A los estudiantes se les debe decir que está bien equivocarse y, de hecho, equivocarse es parte de cómo aprendemos matemáticas. Se les debe animar a hacer un seguimiento de su propia mejora a lo largo del tiempo, en lugar de comparar sus logros con los de otros compañeros de clase”.