En artículos anteriores hemos hablado de que el conflicto es parte de la esencia de una familia, asegurando que éste ese beneficioso cuando se sabe manejar.
En esta oportunidad, mencionaremos los 5 ajustes fundamentales que debemos hacer los padres y que nos recomienda la página especializada en crianza Red Mamás.
Cambios que te ayudarán a dirigirte hacia una paternidad consciente
Pasar de la proyección a la pausa
En la proyección se superponen tus propias creencias y pensamientos acerca de cómo debería ser un niño/adolescente en tus hijos, en cambio en la pausa permites que éstos se expresen como realmente son. Así que no te esfuerces por cambiar a tus hijos, si quieres cambios empieza por ti.
Pasar de la expectativa a la participación empática
En la expectativa se pone presión extra en los hijos, mientras que en la empatía puedes ver el mundo desde la perspectiva de tus hijos alentándolos al éxito desde el respeto por sus gustos, habilidades y capacidades.
La recomendación es valorar los hijos que tienes, ellos son maestros que vinieron a darte las lecciones que tanto necesitabas.
Pasar del juicio a la compasión
Cuando nos quedamos en el juicio, los padres usamos etiquetas como “eres bueno”, “eres malo” porque se cree que el comportamiento es lo más importante, pero cuando somos compasivos aceptamos a nuestros hijos por quienes son, entendiendo que cambian y evolucionan constantemente.
Recuerda que la mayoría del tiempo los niños están actuando de acuerdo a su edad, no “portándose mal”.
Pasar de las reacciones a los sentimientos
Si solo reaccionamos, reprimimos las emociones y tomamos distancia de nuestros hijos creyendo que así se establece la “autoridad”. En cambio, cuando sentimos, los padres no tememos a expresar nuestras emociones ni nos perturba que nuestros hijos expresen las suyas.
Ten presente que una relación sincera y respetuosa propicia una mayor y mejor interacción.
Pasar de la corrección a la conexión
En la primera suele haber herramientas que buscan controlar y manipular el comportamiento de los hijos. En la segunda se entiende que el vínculo es lo más importante, y por eso se propician espacios en los que se fortalezcan los lazos entre padres e hijos.