A los pocos minutos del comienzo del último capítulo de “La Divina Comida”, una ola de sinceridad golpeó el rostro de la siempre estoica, Raquel Argandoña. Esto sucedió cuando tenía que presentar la imagen que adornaba el menú que le iba a llegar al resto de sus compañeros de la noche: Karim Bianchi, Pancha Merino y Marcel “Rambo” Ramírez.
La fotografía que la animadora de TV+ escogió era de una Navidad que pasó junto a su madre, su hija Kel Calderón y su hijo Hernán Calderón. Esto fue antes de la disolución de su familia tras el intento de parricidio de Nano a su padre; el distanciamiento de su primogénita; y el fallecimiento de su mamá, Eliana de la Fuente.
“Les quiero mostrar esta foto que para mí significa mucho...”, dijo antes de pausar para no quebrarse. La animadora miró hacia el costado, intentando contener las lágrimas. Después, visiblemente emocionada bajó la mirada para observar la imagen que tenía en sus manos.
Con la voz quebrada, Argandoña comentó que esta foto le trae muchos recuerdos. “Está mi mamá, mis hijos y una Navidad que yo recuerdo mucho porque celebrábamos en familia. Era una familia perfecta, somos una familia igual, pero disfuncional”, agregó.
“Es una de las Navidades más lindas que recuerdo. Estoy segura que algún día, aunque falten algunos integrantes, voy a volver a vivirlo”, cerró.
La promesa de Claudio Iturra
Al final de la cena en la casa de Raquel, nuevamente ella habló de sus hijos. Ella tuvo que responder a la consulta de qué ha sido lo mejor que le ha pasado este año, y ella respondió que “ver la independencia de ambos de mis hijos, que ya son autosuficientes y se la pueden valer por sí solos”.
“Pero la noticia más grata es que, una persona que ya no está, que es Claudio Iturra, tenía una misión que él me la prometió. Y cuando él partió yo dije ‘no se va a cumplir’. Pero después supe, por Instagram, que mi hija, la Kel, iba a jurar como abogado”, reveló.
“Creo que eso era una promesa que le tenía a Claudio y eso es lo que más me alegró, es lo mejor que me ha pasado este año”, confesó Argandoña.
