La dureza del WRC llegó con fuerza y afectó a los principales nombres del cartel chileno que compite en Concepción. Tres cartas de peso no pudieron finalizar la jornada de viernes y están viendo la forma de volver a la competencia este sábado.
Jorge Martínez, que había hecho el mejor tiempo en el shakedown del jueves sufrió la rotura del tanque de combustible de su Skoda Fabia y pudo avanzar apenas un par de kilómetros en la especial El Puma, diciendo adiós prematuramente a la competencia.
“Algo debe haber golpeado el tanque y lo rompió. Estamos súper tristes, habíamos metido un primer prime tranquilos, para saber dónde estábamos parados y teníamos ganas de salir rápido, pero así son las carreras”, aseguró el piloto, quien además añadió que esperan reenganchar mañana.
Antes, en el primer especial El Pinar, Pedro Heller aún no enfila correctamente en el rally, recordando que en el shakedown volcó y que fue agredido con un escupitajo en la ceremonia protocolar por un hincha de la U. El piloto golpeó su Ford Fiesta R5 y dañó la suspensión delantera. Malos momentos para el competidor, que viene de ganar en el WRC de Argentina.
Pero el más severo de todos fue Emilio Fernández. El corredor que estuvo el año pasado en el Junior WRC, se despistó en El Puma y cayó a la orilla de un río, dejando su Skoda Fabia al revés. El piloto salió ileso, pero su navegante Joaquín Riquelme sufrió algunos golpes.
Alberto en punta
La otra cara de la moneda en la familia Heller la vive Alberto, quien lidera con comodidad en el WRC-2. El nacional ganó las dos pasadas por El Puma y la tanda vespertina del prime Espigado y encabeza la categoría sólidamente, aventajando al japonés Takamoto Katsuka por 24 segundos y medio.
Otro nombre destacado en la delegación nacional es Cristóbal Vidaurre. Con su Skoda Fabia R5, está cuarto, aunque a un poco más de 1’20» de distancia con el tercero, el mexicano Benito Guerra.
En tanto, en la WRC-2 Pro, que agrupa pilotos de equipos profesionales, la punta pertenece al finlandés Kalle Rovanpera (Skoda Fabia), que aguanta el asedio del noruego Mads Ostberg y le saca una exigua diferencia de 2″4.